El municipio de Metepec está el segundo Temazcal más grande del país que está bajo la tierra. Se trata de una réplica de cómo lo utilizaba Cuitláhuac, quien fue el penúltimo huey tlatoani mexica, señor de Iztapalapa y hermano de Moctezuma Xocoyotzin.
El guía de Santo Temazcal, José Manuel Ocho Hernández, explicó que primero calientan las piedras una vez que están al rojo vivo, ingresan a la gente a este lugar sagrado y utilizan un poco de cedro y copal para limpiarlos antes de ingresar.
“Entrando los colocamos en el centro, el ombligo, donde depositamos las piedras, “las abuelitas”, de ahí empezamos a meter las piedras poco a poco, a cada una se le pone una intención, un rezo, una petición, después se mete aguas con tés, plantas y esencias, que se depositan en la piedras”, compartió.
Una vez, señaló que se cierra la puerta y el temazcal se queda completamente oscuro, para trabajar con uno mismo, ahí empieza la curación física y espiritual, dentro él se hacen cantos y rezos.
Se trata de una ceremonia prehispánica que se le entregó al ser humano, de purificación y de renacer, compartió.
Compartió que el temazcal simboliza el útero de la madre piedra, "se cree que cuando entras estás muriendo para volver a nacer nuevamente".