“Mi mamá me dice que ya mejor la deje morir”, narra una mujer que es una de las pocas integrantes de su familia que no se ha contagiado de Covid-19
Dice María, que ha sido muy difícil conseguir oxígeno no sólo para quien le dio la vida, sino para su cuñado, y ahora le preocupa su hermano y hermana quienes igual pudieran tener el virus, por todos los síntomas que están presentando, pero la falta de dinero les ha impedido hacerse la prueba.
“Tengo que llenar dos veces al día los dos tanques porque duran sólo 3 horas cada uno por la cantidad de oxígeno que requiere. Por ejemplo: Mi mamá está saturando a 65 cuando lo normal debe ser arriba de 90”.
Agrega: “Me acaban de decir que ya no habrá más oxígeno, que ya no llegará al punto donde cargo en Tulancingo, y ahora qué vamos hacer, cómo se curarán mis familiares y toda la gente que llega con la esperanza del oxígeno para que sus seres queridos puedan respirar. Ojalá el gobierno nos ayude, porque esto es desesperante”
Comenta que los dos tanques pequeños de 682 litros los llena con 250 pesos cada uno. Es decir 1 mil pesos diariamente es lo que invierte: “Estamos endeudados por esta enfermedad. A eso hay que sumarle los pasajes pues tengo que transbordar tres micros de ida y otras tres de vuelta. Pero no importa, Dios permitirá que mi familia sane y salgamos de las deudas”
Menciona que cuando la gente la ve en las micros llevando el tanque de oxígeno a llenar, hasta se hace a un lado: “Es una discriminación la que también uno vive, y se le corta la voz cuando comenta su historia”.
“Mi hermana cuida a su esposo y a mi mamá, y dice que, pues prefiere ella contagiarse a que yo lo haga, porque finalmente por estar libre del virus, soy yo quien se está moviendo consiguiendo todo lo que hace falta”, comenta con la voz entrecortada.
Asevera María: “Y mi hermano ha dejado de trabajar, se siente mal, pero no lo expresa, ya no quiere mortificar más a la familia. Yo tengo un hijo pequeño y el terror que vivo es todos los días. Los nervios empiezan a alterarse y esto es una pesadilla”
Manifiesta que está muy preocupada y se siente tan triste de cómo incluso en su trabajo la ven como apestada: “Piensan que yo igual lo tengo. A veces uno el desahogo, le cuentas a alguien lo que pasa en tu vida, y no sabe guardar secretos y entonces todo mundo se entera que en tu familia está el Covid-19. Es lo peor que nos ha pasado y a nadie se le desea”