Migrantes sudamericanos encontraron en Tulancingo una ciudad para nuevos comienzos y oportunidades, coincidieron las tres personas que entrevistó El Sol de Tulancingo. Provenientes de Cuba, Haití y Colombia, ellos son apenas tres casos de los 460 mil migrantes que llegaron a nuestro país en 2023, según estiman datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Si bien es cierto que en esta ciudad la presencia migrante sudamericana o caribeña (principalmente proveniente de Venezuela, Colombia o Haití) no se admira aún a primera impresión como sí ocurre en la Ciudad de México o hasta en Pachuca, ya es posible reconocer algunas caras de aguas internacionales.
Para efectos de este artículo, esta casa editorial se dispuso a recorrer calles, mercados, plazas comerciales, tianguis, entre otros, para conocer algunas realidades e historias de estos nuevos ciudadanos en sus lugares de trabajo.
Luis, originario de Cuba, podría quedarse en Tulancingo para siempre
Tal es el caso del señor Luis, de 59 años, quien hace seis meses salió de Cuba y se planteó la idea de llegar a México, donde ya le esperaban unos amigos. Con todo el valor que implica dejar tu patria, se embarcó en la travesía. Primero pisó Uruguay y luego logró su compromiso de tocar tierras aztecas.
Mientras trabajaba en un supermercado acomodando mercancías, Luis platica que uno de sus mayores retos fue adentrarse en lo desconocido acompañado de sus hijos y esposa. Mencionó que, al llegar a la Ciudad de México, fue víctima de un grupo, del cual no precisó si a nombre gubernamental o de grupo delictivo, lo despojó de sus cosas.
“Cuando llegamos al centro de México se acercaron unos chicos que nos dijeron que era territorio de ellos, que teníamos que pagar”
Aún así, tenía firme la convicción de llegar a Tulancingo, ciudad en la que otros cubanos le ofrecerían respaldo.
Aquí tenía unos amigos que llegaron antes, yo llevo cuatro meses. La gente me ha tratado muy bien, empezando por el señor que nos renta donde vivir, ha sido respetuoso. También aquí la jefa es una persona que se portó bien desde el inicio (...) afortunadamente tanto yo como mis hijos ya tenemos trabajo, ya son grandes. Me encanta México, me encanta mi trabajo, aquí estamos. Aquí es diferente, pero hay buen desarrollo.
Dado que le gusta mucho nuestra ciudad ya considera como una buena posibilidad quedarse aquí para siempre.
La idea no era quedarme aquí, sino pasar y llegar a Estados Unidos: Mackenson, originario de Haití
En un autolavado trabaja Mackenson, originario de Haití. Justo después que terminó su diligencia con una camioneta y luego de explicarle cuál era el propósito de nuestro trabajo, nos contó en un español bastante fluido que lleva más o menos un año en Tulancingo, aunque luego de que salió de la nación caribeña su objetivo era llegar a Estados Unidos.
La idea no era quedarme aquí, sino pasar y llegar a Estados Unidos. Ahora ya me cambió la idea y creo que me quedaré en México. Fue un largo camino desde allá, pero aquí ya es empezar de nuevo, fueron como seis meses sin trabajar en lo que me daban el papel para poder trabajar
Mackenson dice que aunque sí suele sentir las miradas de la gente cuando va por la calle debido a su color de piel, dice que no lo siente discriminatorio, pues entiende que es diferente a la mayoría de las personas y comprende que se “sorprendan” . Tiene la fortuna de sostener una relación con una joven de Tulancingo, con quien menciona que sí está dispuesto a formar una familia.
El colombiano Moisés asegura que en Tulancingo lo han cobijado bien
Finalmente nos encontramos con el colombiano Moisés que, aunque no mantiene residencia permanente en esta ciudad, aprovecha el permiso que les otorga el gobierno mexicano para vivir aquí por hasta seis meses. Ellos señalan desde su perspectiva que en México sí hay apertura y buen trato para los migrantes, sin embargo, Moisés tuvo una mala experiencia en alguna ocasión, cuando el pasaporte de su acompañante presentaba una irregularidad y entonces “nos trataron como criminales”.
Sin embargo, en Tulancingo, la gente “nos ha cobijado bien, se interesan por nuestra cultura y comida. Hasta el momento no hay nada de qué quejarme, si lo haría sería mentiroso”.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que forma parte del Sistema de las Naciones Unidas, “México se está convirtiendo cada vez más en un país de destino de personas migrantes internacionales.
Entre 2000 y 2020, la población inmigrante aumentó en un 123 por ciento”, que, de acuerdo con información de censos, se concentraron mayormente, al menos en 2020, en los estados de Baja California, la Ciudad de México, Chihuahua, Jalisco y Tamaulipas. Asimismo, en el año 2000, se contabilizaron 538 mil migrantes internacionales, para 2010 fueron 970 mil y para 2020 se estimaron un millón 198 mil.