La gente sigue acudiendo a los recintos eclesiásticos, y, aunque se determinó no realizar misas donde se conglomeren numerosas personas, la fe, lleva a numerosas personas a ir a rezar en estos espacios que se mantienen abiertos.
Tal como lo anunció el Arzobispo de Tulancingo, Don Domingo Díaz Martínez, las Iglesias, estarán con la puertas abiertas para quienes deseen asistir.
De hecho, en varias de ellas, como en la Catedral Metropolitana, se ha referido que la cantidad de personas ha aumentado hasta un 60 por ciento, en horarios que antes no eran habituales.
En la Arquidiócesis, integrada por 103 parroquias, 22 de ellas en Puebla, 3 en Veracruz y el resto (78) en Hidalgo; cuatro vicarías fijas, seis cuasiparroquias, una rectoría y un Templo Expiatorio, se han agudizado las medidas sanitarias.
Aplican estrategias de higiene, en cada uno de los recintos eclesiásticos, que son aseados de manera permanente con cloro y además el uso de gel antibacterial a la entrada de los espacios, para los fieles que llegan a diferentes horas a rezar.
En la Catedral Metropolitana de Tulancingo, sede de la provincia eclesiástica de Hidalgo se observa de manera contante a quienes limpian las bancas además de que a la entrada se ha colocado un gel antibacterial o bien a una persona que lo coloca en las manos de la feligresía.
Pese a que se ha dicho que las misas se sigan vía internet, la gente ha optado por acudir, llegan a rezar ante Jesús, la Virgen María o el santo Juan Pablo II.
En tanto, quienes arriba a las eucaristías de los Domingos, deben estar separados aunado a no darse el saludo de la Paz, sino solo la reverencia.