El alcalde Manuel Hernández Badillo las bateo, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador también, por eso, atendiendo la indicación del mandatario en su conferencia mañanera del 12 de mayo, hoy un grupo de mujeres esposas de trabajadores y una obrera de la cooperativa La Cruz Azul, ingresaron al despacho del gobernador Omar Fayad Meneses la petición de que envíe seguridad a las inmediaciones de la planta cementera.
Una copia del oficio entregado en la Secretaría Particular dejaron en la redacción de este diario Esperanza Rodríguez, Josefina Segovia y Guadalupe Peña, esposas de trabajadores de la empresa y la obrera Elizabeth Cruz, quienes califican de “tardada” la respuesta y clamor de que envíen patrullajes.
Han pasado 19 días desde aquel 27 de abril en el que sujetos provenientes del Estado de México intentaron tomar la planta en Tula y que cobró la vida de ocho personas y dejó heridos, además de varios detenidos.
Sin embargo, ellas relataron que marcaron al 911 y nunca llegó la policía, después se supieron que el alcalde al ceñirse al Mando Coordinado no podía acudir, porque obedece a un protocolo, en declaraciones a la prensa.
Aunque le enviaron un oficio con la petición de seguridad en las inmediaciones de la cementera al Presidente de la República, les contestó en su mañanera del 12 de mayo, que primero debían solicitarlo al gobierno del estado y ayer lo hicieron mediante oficio acompañado de 55 firmas, en su mayoría mujeres.
Siguen sin respuesta de los tres niveles de gobierno.
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Tan “deficiente” es la seguridad del estado y el municipio, que van a cumplir un año que trabajadores y sus esposas implementaron las “guardias” vespertinas y nocturnas, aunque no representan mucha ayuda como sucedió en la madrugada del 27 de abril, pues la seguridad interna de la cooperativa fue superada en número de agresores, reconocieron.
Desde agosto iniciaron ese tipo de acciones, recordaron.