Usuarias del Centro de Justicia para Mujeres del Estado de Hidalgo, vieron en su emprendimiento la forma de salir adelante y no depender de alguien económicamente, pero sobre todo alejarse de un círculo de violencia que las mantenía sometidas a una persona.

Tres mujeres con distintas historias, pero con un tema en común, comparten para El Sol de Hidalgo como llegaron al Centro de Justicia para solicitar apoyo ya que habían sido violentadas por su pareja sentimental.

Laura considera que socialmente existen algunas situaciones que son muy normalizadas como es la violencia que sufren mujeres dentro de sus hogares.

“Yo me enfoqué mucho en las terapias psicológicas, las que me ayudaron mucho, así como en el área de empoderamiento, pude salir adelante y obtener autonomía económica, ya que esa es una de las grandes cosas que nos limitan como mujeres”, señaló.

Ella es emprendedora desde hace 4 años de “Sabrosos dulces” y su producto estrella es el buñuelo de viento que ahora lo elabora con figuras de acuerdo con la temporada.

Otro caso es el de Angelica quien dijo que llegó al Centro de Justicia para Mujeres por una situación de violencia familiar hace 3 años.

Señaló que radicalmente le ha cambiado la vida desde que conoció el apoyo que se otorga en esta instancia a mujeres que lamentablemente sufren de violencia. “Ahora soy independiente, ahora creo en mí y me reconozco”.

En su caso, los policías que la auxiliaron le recomendaron acudir al centro de justicia y a pesar de que no denunció a su expareja, ya no mantiene contacto con él y vive muy feliz por que realiza lo que le gusta, que es elaborar libretas, empastados y encuadernados, así como dibujar.

Wendy quien llegó al Centro de Justicia desde hace tres años, si presentó demanda en contra de su agresor y ahí le asesoraron.

“Nunca pensé que me fuera a pasar, nunca pensé ser una de ellas y fui una más, entonces nunca hay que minimizar los problemas porque cada uno de ellos es diferente, pero nos damos cuenta de que nuestras fortalezas nos sacan adelante y entre nosotras nos apoyamos”, aseveró Wendy.

En este momento se siente más empoderada y tranquila con sus negocios de mesa de dulces, además de que es dueña de su tiempo y mamá 24/7 de un niño de 6 años quien quiere que crezca sin violencia, en paz y tranquilo.