En lo que va del año, se han registrado 66 ingresos de mujeres al albergue del Centro Especializado de Atención a la Violencia Familiar (CEAVIF), ubicado en Tulancingo: de diez casos, en nueve los agresores son las parejas sentimentales y el resto, por parte de algún miembro de la familia.
En ocasiones, dijo el director del lugar, Nazario Jardines, las mujeres llegan con sus hijos y máximo, de acuerdo al protocolo, pueden pasar tres días en este refugio. En tanto están ahí se les dota de hospedaje, alimentación, ropa, asesoría psicológica y legal.
Estimó que tres de cinco casos son denunciados ante el Ministerio Público por golpes y amenazas, el resto, agregó, deja de hacerlo por distintas causas y una de ellas es la cuestión religiosa.
En tanto que de cinco casos de la vía familiar que acuden por asesoría, cuatro demandan custodia, divorcio o pensión alimenticia para los menores.
Las mujeres violentadas que más acuden a este lugar oscilan entre los 16 y los 38 años de edad.
Las víctimas llegan ahí directamente o canalizadas por Seguridad Pública ante un reporte de riña familiar, se valora el caso y si es apta para quedarse en el albergue, se queda, y ya en el lugar ya sea que se inicie carpeta de investigación o se busca red de apoyo familiar, también se les ofrece terapia psicológica y legal.
En este sitio, comentó el funcionario, siempre hay una respuesta, si no se queda la mujer, se le orienta o canaliza.
En el caso de que la vida de la violentada corra peligro, es enviada a un refugio estatal, del que no se brinda información respecto a ubicación, por seguridad, mencionó el entrevistado.