Para municipalizar un fraccionamiento en la entidad se requiere que se haya vendido al menos el 50 por ciento del conjunto de viviendas y otra que la alcaldía verifique lo que está recibiendo en donación del desarrollador inmobiliario, indicó el presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas, sección Hidalgo, David Arturo Silva Álvarez.
Entrevistado antes de que rindiera protesta como integrante de la nueva dirigencia del Colegio de Ingenieros Civiles de Hidalgo, afirmó que hay legislación al respecto, pero “es letra muerta” la Ley sobre asentamientos humanos y las áreas municipales están rebasadas en su capacidad humana para realizarla, como en Tulancingo, Pachuca, Mineral de la Reforma, entre otros que enlistó.
Repartió responsabilidad de la realidad que en el estado es un problema social la falta de municipalización de las unidades habitacionales: funcionarios de Catastro, Obras Públicas o de Desarrollo Urbano “no conocen los procedimientos administrativos” para llevarlos a cabo; las constructoras “a veces” no solicitan los avisos de terminación y demás, y luego el usuario final (comprador) lo “engañan”, firman las escrituras y habítala, sin que pregunten de la municipalización.
El usuario final se entera que no está municipalizado hasta que la autoridad local le dice que no puede reparar una fuga o lámpara porque sigue siendo “propiedad de la inmobiliaria”, explicó.
Por otro lado, existe una ley y su respectivo reglamento para actuar en estos casos o prevenir, “el problema es que nos e aplica”, puntualizó el de profesión ingeniero civil.
Se origina “porque no se ha llevado un correcto procedimiento y se debe, primero, porque los funcionarios a veces desconocen el mismo o no se dan abasto”.
El ejemplo es Pachuca, tiene más de 437 colonias, “imagínate para una Dirección las tres o cuatro cajas y personas darle una atención a tantos habitantes se vuelve inoperable” y así en otros municipios, “hay falta de capacidad institucional” otro factor que suma al complejo tema.