El Museo de la Fotografía, ubicado en la capital hidalguense, alberga una de las colecciones más importante en imágenes: el Archivo Casasola, con piezas fotográficas que datan del año 1847. En general, el acervo tiene más de un millón de fotos, cuyo valor histórico se expresó en la denominación, “Pachuca, capital Latinoamericana de fotografía”.
En 1976 el gobierno federal adquirió el llamado Archivo Casasola, una de las colecciones más emblemática de México, la cual fue entregada al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para su custodia. Con este hecho inició la actual Fototeca Nacional del INAH, con sede en Pachuca.
Actualmente consta de una acervo de más de un millón de piezas fotográficas, que datan de 1847 hasta la primera década del siglo XXI, equivalente a 180 años de historia, concentradas en 44 fondos o colecciones fotográficas.
El museo abrió con la finalidad de ofrecer una muestra del patrimonio fotográfico que se resguarda y es una de las sedes donde se celebra el Vigésimo Encuentro de Fototecas y el 180 aniversario de la Foto en México, a concluir hoy.
“Presenta un discurso visual que permite la asociación de imágenes de diversas épocas, formatos, técnicas y autores, agrupadas en ejes temáticos como retrato, testimonio, vida cotidiana, paisaje y ensayo visual”, se describe en una de las mantas informativas del museo.
Aquí se puede localizar piezas originales de los siglos XIX y XX y permiten conocer diversos procesos de impresión, además de las cualidades estéticas. Cuenta con 45 fondos provenientes de diversas adquisiciones y donaciones.
El edificio donde se encuentra el acervo fue parte del exconvento de San Francisco, cuya construcción inició en el siglo XVI y fue sede del Colegio Apostólico de Propaganda, donde salieron misioneros con la encomienda de evangelizar regiones del norte del país.