El Museo de la Avioneta Hashamayim, ubicado en la colonia Ahuehuetitla de Tulancingo, cerró sus puertas hace cuatro meses por falta de interés de los ciudadanos a los centros culturales.
Para Constantino Pérez, fundador del museo, fue una decisión muy triste y difícil pues este proyecto se cimentó con la ilusión de brindar una identidad a la colonia tulancinguense y atraer la atención de las autoridades.
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“Sí nos visitaban pero eran muy pocas las visitas. Bueno, ni de aquí de Ahuehuetitla (...) Ahora ya que lo ven dicen ´siempre lo quise visitar´, nunca lo vinieron a ver”, mencionó Pérez.
El museo fue inaugurado el 27 de junio de 2021 en presencia de autoridades municipales, estatales e inclusive asistieron diputados; Constantino y su hermano deshicieron que la entrada se cobraría en 10 pesos ya que es de iniciativa privada y lo recaudado serviría como una especie de pago de alquiler.
“Yo le dije a mi hermano ´mira, no importa que haya una ganancia, mientras salga algo para ti como renta pues ya la hicimos´, lamentablemente ni eso fue sustentable”, comentó Pérez.
Sin embargo, para el señor Pérez la pandemia, el desinterés cultural y la mala costumbre de que los espacios culturales sean gratuitos llevaron a que su museo tuviera poca afluencia.
“Lamentablemente porque veníamos saliendo de la pandemia no hubo apoyo de la gente y también porque a veces somos un poquito indiferentes, a la cultura nos cuesta invertirle”, relató Constantino Pérez.
Sin embargo, el proyecto se considera suspendido mas no cancelado ya que la familia Pérez prevé aperturar nuevamente el museo en 2024 aunque aún no tienen una fecha estimada.
De acuerdo con Constantino Pérez, posee una colección de más de 80 aviones a escala, biografías de tulancinguenses e hidalguenses ilustres que aportaron a la construcción de los aviones como los conocemos hoy en día, una hélice, sombreros de pilotos e inclusive una bitácora de vuelo de los años 50´s donada por un particular.
