Trabajadores que se dedican a la producción de tabique artesanal en la región de Tulancingo, no han detenido su labor, pues es un oficio, que no implica contacto social.
En el valle, varios son los municipios que se dedican a la fabricación del tabique artesanal; distinguiéndose Tulancingo, Cuautepec y Santiago Tulantepec, como los principales productores de la zona, con el mayor número de hornos registrados.
“Nosotros trabajamos solos, y siempre ha sido así, es un trabajo muy aislado que no implica contacto con la gente, hacemos conforme llegan los clientes, pueden pedir un millar o más, y es así como laboramos”, comentó Epifanio Pérez, productor de la región.
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), indica que son 285 las ladrilleras registradas en Hidalgo, hasta el 2013, por detrás de estados como Puebla, Jalisco y Guanajuato, que alcanzan hasta 4 mil.
“En cuestión de ingreso, la mayoría de nosotros así la pasamos todo el año, en espera a que llegue el cliente o que hagan un pedido, nosotros nos mantenemos haciendo para que cuando lleguen tengamos y se venda”, comentó el tabiquero.
Según datos del CENICA (Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental), son tres los tamaños de horno, que son empleados para la cocción del ladrillo; hornos pequeños, al cual le caben 5 mil ladrillos, medianos que llegan a 15 mil y grandes de 30 mil, y con una capacidad de producción de 1 a 3 lotes anuales.
Desde el tabicón, al petatillo, del adobe al ladrillo, se ven en fachadas de casas en toda la región, fruto del trabajo incansable de artesanos que no paran todo el año.