El cáncer es una enfermedad que ha quitado muchas vidas, las células malignas se reproducen fácilmente por todo el organismo; existen diversos tipos, uno de ellos, el de mama, 1 de cada 12 mujeres lo padece.
Tal es el caso de Angélica Castro, quien a sus 35 años contó lo que vivió con esta enfermedad: “Fue una experiencia bastante complicada en todos los sentidos, mi estado de ánimo decayó, mi calidad de vida se desmejoró poco a poco, como una planta que se queda sin agua o sin sol, así mi cuerpo se fue marchitando”, expresó.
“El primer cambio que noté en mí, fue el cansancio, pero pensé que era normal, llevaba una vida muy agitada, entre la escuela de los niños, atender las cosas de la casa e ir a trabajar, se me iba el tiempo”, contó la maestra de educación especial.
De igual modo, detalló el proceso de su enfermedad, pues le detectaron cáncer de seno triple negativo: “A principios del año pasado me detectaron esta enfermedad, era de etapa dos, entré en negación…yo siempre me había alimentado bien, hacía ejercicio frecuentemente, no diario, pero al menos una vez por semana iba a mi clase de natación, no tenía vicios, pensé que era un error”, compartió.
De acuerdo con datos de la ‘American Cancer Society’, el tipo de cáncer que ella padecía, representaba alrededor del 10% al 15% de todos los cánceres de seno, por lo que pidió una segunda opinión antes de entrar a tratamiento: “Me atendí en dos estancias, una gubernamental y otra particular…antes de la cirugía, tuve seis quimios neoadyuvantes, al principio me habían mandado ocho, pero no completé el esquema por poca respuesta del tumor, ahí comencé a perder el cabello”, recordó.
Posterior a eso, se tuvo que enfrentar a la mastectomía: “Pese a mi miedo y a la inseguridad que me provocaba perder una parte de mi cuerpo, deseaba mucho que llegara el momento de extirpar ese tumor…me preparé, me despedí de mi familia por si algo no salía bien y entré al quirófano”, externó.
“A pesar de que salí bien de la operación, de que me habían dicho que los glanglios y bordes estaban limpios, pasé a 30 sesiones de radioterapia y a 8 ciclos de quimioterapia oral con capecitabina, fue un proceso muy doloroso, al salir de las quimios no tenía fuerza, vomitaba lo poco que comía y prácticamente me aparté del mundo, mi esposo y mis hermanas se hicieron cargo por completo de mis hijos, toda mi vida cambió”, narró.
Además agregó que esto le trajo diversos problemas: “Me peleaba constantemente con mi familia, a mis hijos no los quería cerca, a mi esposo le llegué a decir que se fuera de la casa, no me soportaba ni yo misma, es algo que no le deseo a nadie y en lo económico ni se diga, le pedimos prestado a todos nuestros conocidos, eso también me preocupaba mucho, muchas veces pensé en rendirme por el bien de todos”, relató.
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Sin embargo, Angélica Castro, como muchas otras mujeres que se han enfrentado a esta situación, logró salir victoriosa de esta enfermedad.
“No sabía cuando iba a terminar, cada que iba a revisiones médicas, me decían que tenía que ser paciente, pero siempre salía algo nuevo; un buen día fui a mi consulta y mi médico me dijo que ya sólo me tendrían en vigilancia…ahora sé que hice lo correcto, yo les digo a todas aquellas que como yo están pasando por esto, que no se rindan nunca, no hay nada más importante que la vida, puede uno perder todo, el cabello, un seno, a la pareja, pero nunca deben perder las ganas de seguir adelante”, aconsejó.