La cantidad de personas que leen no se ha incrementado durante la pandemia, de igual manera la venta de libros no ha registrado variación, aseguró en entrevista Tomás Rodríguez, propietario de la única librería de Tulancingo y de una más ubicada en la ciudad de Pachuca.
“Quien tiene el hábito de leer, lee, haya pandemia o no, este cerrado o no, lee, aquellas personas que no lo hacen aunque los motiven, no lo harán, ni el encierro voluntario sirvió para que cultivaran esa práctica”, dijo.
Aseveró que en el estado no existe una agrupación de librerías, por lo que no existe estadística alguna sobre la adquisición de textos.
“El índice de compra está determinado por las personas que realizan esta práctica, hay quienes compran 10 o 15 ejemplares y en caso de que aun tenga material de lectura solo se lleva uno o dos, existe quien al mes compra solo uno, la realidad es que es muy variable la cifra, pero casi siempre son las mismas personas”, dijo.
Detalló que en ocasiones por mes se pueden vender hasta quinientos libros sin embargo, también hay meses en que solo se comercian 100.
“El ingreso también está supeditado a la cantidad de ejemplares vendidos y al género o editorial, ya que hay algunos más costosos que otros, podemos no tener venta en todo el día pero si llega una persona y se lleva un texto de mil pesos ya se compensan un poco los gastos de operación”.
El entrevistado preciso que los precios de pueden fluctuar desde los 20 hasta los mil 500 pesos.
“En cuanto al tipo de género más demandado no hay alguno en especial, es por eso que se debe tener variedad para todos los gustos, romance, ficción, terror, infantiles, de todo solicitan”.
Aseguró que los lectores siguen prefiriendo los ejemplares físicos y ni los textos digitales o audiolibros han logrado desplazarlos.
“Reitero, quien tiene el hábito de leer lo hace quien no tiene esa costumbre ni aunque le regalen buenas obras las leerá”, concluyó.
