La nueva normalidad está acarreando problemas psicológicos en algunas personas debido a que se trata de un estado completamente diferente a lo que habitualmente se llevaba a cabo, pues se estaba acostumbrado a vivir en una determinada zona de confort con cierta estabilidad y seguridad, aseguró Rebeca Guzmán Saldaña, jefa del Área Académica de Psicología en el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Agregó que tal situación exige evitar el contacto físico en la medida de lo posible, los saludos de mano, los besos y los abrazos, todas estas formas de mostrar afecto que además son características de la cultura mexicana y que al dejarse de hacer provoca un daño a la salud mental.
Se añaden también altos niveles de ansiedad y estrés crónico, que conllevan a situaciones graves para el organismo, y de acuerdo a la especialista, estas son algunas de las repercusiones que habrá en la salud mental a causa del regreso a la llamada “nueva normalidad”.
Además, citó que el aislamiento social causará rezagos en cuanto a las maneras de relacionarse, comunicarse y socializar a futuro, así como otro cambio está implicado en la manera en la que las personas consumen información a partir de esta nueva situación, particularmente en los contextos llamados “interacción virtual”.
