El 6 de septiembre de 2021, una gran parte de la ciudad de Tula y ocho comunidades ribereñas del río Tula fueron inundadas por las aguas negras provenientes del Valle de México. La inundación tras el desbordamiento del río provocó la muerte de 14 pacientes internados en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dañó 31 mil viviendas, dejó más de 70 mil personas damnificadas y ocasionó la pérdida total de cientos de negocios.
Para evitar una catástrofe similar en la ciudad de Tula, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) diseñó un Plan Hídrico que incluyó obras de ampliación y revestimiento de una parte del río Tula.
Las complicaciones de la obra
En abril de 2022, la Conagua inició los trabajos para ejecutar el Proyecto Hídrico de Tula que consistió en la rectificación y revestimiento del río Tula, en una longitud de 3.8 kilómetros, en la zona urbana de la ciudad. La obra fue dividida en cinco tramos y dos contratos y la supervisión quedó a cargo de la Delegación Hidalgo.
El primer contrato, va del 0+000 al 1+940, abarca de las oficinas de CFE al puente Zaragoza y fue asignado a IROL Corporativo. Incluye la rectificación y revestimiento del Río Tula, en una longitud de 1,940 metros, así como la modificación de los puentes vehiculares Zaragoza, Melchor Ocampo y Metlac.
El número de licitación fue la IO.016B00985-E63-2022 y de contrato RM-13-RF-13-A-OR-001, por un monto de 174.2 millones de pesos que establecía que la construcción se realizaría durante 270 días, dando inicio el 5 de abril y para concluir el 30 de diciembre del 2022.
Pero como informó El Sol de Hidalgo, los trabajos iniciaron el 31 de mayo del 2022 y hubo semanas y meses que no trabajaron durante el periodo de lluvias. El plazo de aplicación de recursos federales venció el 31 de marzo del 2023 y las obras se terminaron hasta diciembre.
El segundo contrato que va del kilómetro 1+940 al 3+780 para realizar trabajos en una longitud de 1,840 metros aguas abajo del puente vehicular Zaragoza, hasta 80 metros adelante del puente Benicia, se le otorgó a la empresa Conaisa e incluía la rectificación y revestimiento del río.
El número de licitación fue la IO-016B00985-E64-2022 y de contrato 2022-B04-B49-RM-13-RF-13-A-OR-0002, por un monto de 210.90 millones de pesos con fecha de inicio el 9 de abril y de término el 4 de diciembre del 2022, es decir, 240 días de trabajos, pero prácticamente no se hizo nada.
Irving García Reyes, encargado del área de infraestructura agrícola de Conagua, informó en enero del 2023 que el contrato fue rescindido porque no presentaba avance y que se habían programado recursos del orden de 700 millones de pesos para ejecutar las obras en el río durante 2023, con una nueva empresa.
La supervisión de la obra quedó a cargo directamente de la Dirección General de la Conagua pero igualmente los trabajos sufrieron retrasos, por defectos de construcción y por las lluvias.
Retrasos y complicaciones
A pesar de que el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Martínez Santoyo, informó el pasado 13 de julio, que las obras para duplicar la capacidad de conducción del río Tula estaban por terminarse ese mismo mes, pues presentaban un avance físico del 99.6%, debido a que había retraso en los trabajos del tramo III, pero hasta hoy la obra sigue inconclusa, lo que generado quejas entre los habitantes.
Quejas y demandas
La obra del Plan Hídrico, ha generado muchas quejas, los ecologistas critican la tala de árboles ya que en el proceso se perdieron alrededor de 230 árboles de gran tamaño, algunos milenarios y la conversión del río en un canal, lo que afecta el ecosistema natural.
Asimismo hay molestia de vecinos pues se demolieron tres edificaciones y al menos una treintena de predios resultaron afectados en su extensión o bien la estructura de las edificaciones sufrió daños, por la ampliación que se hizo al afluente, Aunque algunas de las casas y edificios dañados ya fueron pagadas o reparados los daños, según informó Conagua.
Compromisos pendientes
Los habitantes, quienes están convencidos que el desbordamiento ocurrió a consecuencia de un mal manejo de los volúmenes del agua, también exigen se reponga infraestructura dañada por la inundación o durante la construcción de las obras hídricas, por lo que el 6 de marzo del 2024, el Director de obras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) Federal, Mauricio Jaime Hernández García, se vio obligado a firmar un acuerdo con el alcalde Mario Francisco Guzmán Badillo, a exigencia de los delegados de las colonias ribereñas al río Tula en el tramo desde San Marcos hasta la colonia 16 de Enero.
Eran 13 compromisos, algunos de los que ya se cumplieron pero quedan pendientes: la reposición de los puentes peatonales en la colonia 16 de Enero que se derribó y de San Marcos que se destruyó durante la inundación; así como el arreglo de todas las carreteras que quedaron dañadas por el paso de la maquinaria pesada.
La obra del Plan Hídrico de Tula sigue siendo un tema de preocupación para la ciudadanía. Los retrasos y complicaciones han generado quejas y demandas entre los habitantes y ecologistas. Las organizaciones sociales que surgieron tras la inundación y en defensa del río Tula, exigen que las autoridades responsables tomen medidas para concluir la obra de manera efectiva y eficiente, que se cumplan los compromisos establecidos para evitar futuras catástrofes en la ciudad de Tula, que no se envíen más aguas negras y que se implementen programas de mitigación para el rescate del afluente.