De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la alfabetización es la enseñanza de la lectura y la escritura de alguna lengua a una persona.

La Unesco ha trabajado desde 1946 para lograr la alfabetización para todos, basándose en la convicción de adquirir y mejorar las competencias de alfabetización, haciendo parte importante de este trabajo el derecho a la educación, que conlleva a un empoderamiento y muchos beneficios como: erradicar la pobreza, reducir el abuso infantil, detener el crecimiento demográfico, lograr la igualdad entre los sexos y garantizar el desarrollo sostenible, la paz y la democracia.

El ocho de septiembre se celebra el Día internacional de la alfabetización cada año desde 1967 en todo el mundo, con la finalidad de recordar a las personas la importancia de la alfabetización como factor de dignidad y derechos humanos.

Debido a la pandemia de la Covid-19 ha obstaculizado el progreso de los esfuerzos literarios globales, por lo que el Día Internacional de la Alfabetización de este año se celebrara en todo el mundo bajo el lema “Transformar los espacios de aprendizaje de la alfabetización”.

A raíz de la pandemia casi 24 millones de estudiantes han regresado de forma intermitente a la educación formal, de los cuales se prevé que 11 millones sean niñas y mujeres jóvenes, para apoyar a los estudiantes y evitar que se queden atrás, se debe enriquecer y transformar los espacios de aprendizaje existente y así lograr un aprendizaje permanente.

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Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados se estipula que a nivel mundial cerca de 771 millones de jóvenes y adultos siguen sin saber leer ni escribir, la alfabetización impulsa el desarrollo sostenible, permite una mayor participación en el mercado laboral, mejora la salud y nutrición de los niños y las familias, amplía las oportunidades en la vida.