En el ejido de Tilhuacán, Santiago Tulantepec, la familia León Vargas, al igual que muchas otras familias Santiaguenses, realizaron la tradicional ofrenda de día de muertos pero, a diferencia de los demás, ellos honran a los dioses prehispánicos Xolot, Mictlantecuhtli y Quetzalcoalt, les realizan ofrenda con maíz y frijol.
Los integrantes de la familia mencionaron que, a través de esta ofrenda, se representa la cosmovisión que nuestros ancestros tenían de lo que es la vida y la muerte, explicando que para ellos, la muerte no era algo trágico, lo veían como un proceso evolutivo o de trascendencia.
Explicaron que, los ancestros narraban que eran nueve niveles del inframundo o esos procesos evolutivos por los cuales se debe de pasar para poder llegar al Tlaltícpac (sobre la tierra), una vez estando ahí, depende del comportamiento y las acciones alcanzar uno de los trece cielos o volver a pasar por el proceso del Mictlán.
Respecto a la ofrenda, mencionaron que, el proceso de elaboración de la ofrenda fue de un día completo, pese a este gran tiempo de elaboración, lo realizan con entusiasmo y alegría, pues buscan mantener arraigadas este tipo de tradiciones que se han perdido con el tiempo.
Sobre el contenido de la ofrenda, explicaron que, todo tiene un simbolismo, es decir, la razón de que la mesa sea de cuatro colores es porque van orientados a los cuatro puntos cardinales, en el centro de la ofrenda, se colocó el símbolo nahui papalolt, elaborado con maíz negro y blanco.
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Así como la cruz de Quetzalcoalt, cruz que orienta a los cuatro rumbos y se hace uso de la imagen de Xolotl, guardián del inframundo, Mictlantecuhtli, señor de la tierra de los muertos y a Quetzalcoalt, estos dos últimos unidos por la misma columna vertebral.
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