Las altas temperaturas que se registran en la actualidad han provocado una disminución en la venta del pan de dulce y de bolillo en el Valle del Mezquital, ya que por las altas temperaturas, la población no adquiere los bollos.
Ante el calor abrasador que cubre gran parte de la región del Mezquital, los habitantes no toman café, chocolate o tés, por ello la venta ha caído hasta en un cincuenta por ciento, declararon los panaderos consultados.
Aunado a ello, el encarecimiento de las materias primas ha golpeado fuertemente la economía de las panificadoras, ya que elementos como el azúcar ha llegado a cotizarse hasta en mil 200 pesos, el costal de cuarenta kilogramos.
El azúcar a inicios del año se ubicaba en seiscientos pesos, por lo que en la actualidad su aumento es el cincuenta por ciento en comparación con el precio de hoy en día, mencionaron emprendedores de la panificación.
Esta es la temporada más baja en la venta de pan dulce y de bolillo, por lo que en algunas panificadoras han tenido que recortar su número de empleados, o bien bajar el pago de sus salarios, esto debido a que trabajan en números rojos, informaron.
Los panaderos han tenido que innovar en esta temporada para no cerrar sus pequeños negocios, tal es el caso de la panadería ubicada en Chilcuautla, donde han optado por repartir en motos, y no en carro, con el objetivo de generar economías.
En la actualidad el pan de dulce se vende en ocho pesos al mayoreo y cuatro pesos el pan de bolillo o telera. Estos panes son parte de la dieta de los habitantes del Valle del Mezquital sin embargo a mediados de año debido al intenso calor su consumo baja.
Los panaderos entregan en charolas en pan de las tiendas de conveniencia, donde se venden a un peso más caro, debido a que los panes van empaquetados en bolsas de plástico.
La bajas ventas del pan ocasiona también mermas que han sido cuantiosas, por lo que los panaderos almacenan en lonas el pan duro para venderse a los ganaderos, quienes utilizan el pan como alimento de engorda de ganado porcino o vacuno.