Omiten procesión en Domingo de Ramos

Con un aforo del 25 por ciento en la Catedral Metropolitana de Tulancingo, ayer, Domingo de Ramos, se llevó a cabo la Eucarística, con la que se dio inicio a la Semana Santa.

Fieles acudieron poco antes de la una de la tarde, hora en que se cerró el acceso, para no rebasar el aforo permitido durante esta contingencia sanitaria.

Hubo quienes tuvieron que esperar afuera o retirarse y seguir la misa vía internet. A la sede eclesiástica llegaron familias con cubrebocas y colocándose gel antibacterial, con sus ramos para que fueran bendecidos, algunos de ellos adquiridos afuera de la iglesia, donde estuvieron cerca de diez vendedoras provenientes de Acaxochitlán; otros más ya los llevaban desde sus casas.

La procesión se omitió por calles de la ciudad, la cual, en otros años se realizaba por parte de sacerdotes, pero este Domingo de Ramos, solo fue dentro de la Catedral, en el pasillo principal, donde el arzobispo, Domingo Díaz Martínez, hizo la bendición, camino al Presbiterio donde presidió la Eucaristía.

Habló de la importancia de cumplir tres objetivos de la Semana Santa en Familia: Reavivar nuestra fe; Enseñar a los hijos a celebrar los Sagrados Misterios dela pasión, muerte y resurrección y dedicar momentos en estos días santos para estar con el Señor, para disfrutar su presencia y para agradecer la gran misericordia de padecer, morir y resucitar por salvarnos a todos y a cada uno.

Dentro del calendario de las actividades para este Martes Santo a las 11:00 de la mañana se celebrará la Misa Crismal a laque únicamente asistirán sacerdotes; para el Jueves Santo a las 6:00 de la tarde, la “Cena del Señor” en la que no habrá lavatorio de pies ni procesión con el Santísimo.

El Viernes Santo, se realizará un Viacrucis al interior de la iglesia Catedral alas 8:00 de la mañana sin presencia de fieles.

A las 6:00 de la tarde se realizará la Pasión de Jesús y el Sábado Santo a las9:20 de la noche la Solemne Vigilia Pascual. No se bendecirá el fuego, ni habrá procesión y se abreviarán las lecturas; tampoco habrá catecúmenos.