Alrededor del 50 por ciento de las tortillerías que se ubican en Tulancingo operan de manera irregular debido a que no cuentan con permisos, informó el encargado de la Unión de Tortilleros del municipio Jesús Pérez Ortiz.
En el municipio, detalló que hay cerca de 250 tortillerías, de las cuales más de cien funcionan de manera clandestina, "hay algunas que trabajan a puerta cerrada y otras más salen con motocicletas a vender".
Detalló que los formales cada año tienen que pagar licencia de funcionamiento, impuestos ante el SAT, seguros y servicios de luz y agua, mientras que los que están en la ilegalidad no pagan nada, lo que les permite tener precios más competitivos.
"A nosotros regularmente nos visita la salubridad y reglamentos para inspeccionar que el producto que se oferta cumpla con las normas sanitarias, pero a los informales son invisibles para las autoridades", sostuvo.
En este sentido, hizo un llamado a las autoridades municipales y sanitarias a que realicen operativos de verificación para detectar a los negocios informales y los inviten a tramitar sus permisos correspondientes.
Destacó que los comercios establecidos llegan a ganar dos o tres pesos menos por kilo de tortillas en comparación con los negocios que venden el producto más económico, pero venden mayor volumen, además de que no tienen que repartirla.
Añadió que el kilo de tortilla lo comercializan a 22 pesos, mientras que los informales las llegan a vender hasta en 18 pesos sobre todo en las "tienditas" o las reparten a domicilio, lo que representa un riesgo a la salud de los consumidores.
"Salubridad no ha hecho nada al respecto ante el reparto de las tortillas en las tiendas o a domicilio, porque de ser así tendría que hacerse empaquetadas, en donde no le entren microbios o bacterias", sostuvo.
A pesar de el incremento en los insumos, adelantó que no tienen planeado subir el precio de la tortilla en apoyo a la economía familiar.
Por último, aseguró que los comercios establecidos venden tortilla de maíz de calidad, además que utilizan papel con grado alimenticio, para garantizar la inocuidad del producto.