A pesar de que la sociedad ya es un poco más consciente y respetuosa con la comunidad LGBTTTIQ+, Natasha Velázquez, mujer transgénero, refirió que aún existe discriminación en algunos espacios como en el transporte público, situación que la ha obligado a bajarse en ocasiones de las colectivas o del mismo Tuzobús para evitar altercados.
La diversidad sexogenérica que hay en nuestros días no es aceptada por todas las personas debido a su falta de empatía, principios morales e incluso religiosos; al respecto, Natasha contó que la sociedad ya es más tolerante con las lesbianas y homosexuales; sin embargo, los travestis, transexuales y transgéneros, no han corrido con la misma suerte, debido a su apariencia, por lo que se enfrentan día con día a miradas insistentes y burlas: “Siento que es un tema todavía más difícil el de las mujeres trasn”, explicó.
Contó que el transporte público es de los lugares en donde se siente más insegura, debido a que comparte por un lapso de tiempo el espacio con personas intolerantes: “Si algo me sigue incomodando es precisamente sentir las miradas de la gente, sobre todo los hombres, son más groseros, a veces me dicen cosas feas y en algunas ocasiones los choferes de las combis no me hacen la parada”, lamentó.
La mujer refirió que pagar un taxi en Pachuca no le es viable debido al alto costo que esto le representa y aunque es un medio de transporte en donde siente más seguridad, hace uso constantemente del Sistema Tuzobús porque ahí puede hacer una parada en sus trayectos sin perder el dinero de su pasaje.
“Me bajo cuando ya siento que es demasiada la presión, cuando necesito un respiro, me pongo mis audífonos, trato de ignorar a la gente y mejor me bajo para no caer en su juego, las personas creen que uno se disfraza, algunos les tapan a sus hijos los ojos, los hombres piensan que estás buscando sexo y te faltan el respeto, hace falta más empatía”, finalizó.