Cerca de cinco mil piezas de baguette se venderán este sábado 24 de diciembre en solo una de las panaderías del centro de Tulancingo. Cabe destacar que para esta fecha y también para dentro de ocho días, en la víspera de año nuevo, se baja la producción de otras piezas como las de dulce para enfocarse en el pan de sal, mayormente solicitado.
Desde seis o siete de la mañana, hora en que abrieron los establecimientos, la gente acudió para adquirir sus baguettes, cabe mencionar que por persona se llevan entre cinco o seis piezas en promedio.
"Es el pan que más se hace, aunque igual un poco del de dulce. Abrimos desde las 06:30 de la mañana y acabamos hasta las 09:30 de la noche, sin parar porque la gente no deja de venir por su pan blanco para sus cenas", expresó uno de los panaderos cuyo negocio se encuentra sobre la calle de Fernando Soto, en el centro de la ciudad.
Hay incluso entusiastas locales que preparan este pan en sus hogares o en sus hornos y salen a venderlo en sus autos. Ellos refieren que al menos venderán 300 piezas, cada una en 30 pesos. En su caso, la producción arranca desde las cuatro de la mañana y culmina hasta diez horas después, cuando sale la última carga y entonces a bordo de su coche van por las calles para ofrecer pan en distintas colonias.
Y es que con el paso de los años este tipo de pan salado originario de Francia cobró gran presencia en la mesa de los hogares mexicanos, tan es así que incluso en supermercados de la región no se prepara otra cosa que no sean baguettes. Aunque no se sabe con precisión cómo fue que se introdujo a nuestro país, se piensa que fue durante la intervención francesa en el siglo XIX, influencia que derivó en el origen de su variante nacional: el bolillo.