A pesar de que hubo un incremento en sus precios debido al costo de los insumos para elaborar el pan de muerto, panaderos de la región de Agua Blanca revivieron sus ventas por la celebración de los fieles difuntos tras dos años de vivir momentos críticos por la pandemia.
Brenda Hernández Lira, panadera artesanal, mencionó que lo que más vende en esta temporada son las hojaldras, los muertitos, las gallinas, la pechuga de huevo, conchas y los de granillo que son rellenas de queso, piezas que se colocan en las ofrendas.
Para este año, destacó que ocuparon doce bultos de harina para hornear el tradicional pan de muertos, empezando su producción cinco días antes para abarcar toda la demanda de la población.
Aseguró que elabora pan artesanal en horno de leña, con suficiente azúcar y mantequilla, lo que permite que tenga mayor durabilidad, además, señaló que siguen preservando la receta y el sabor.
Destacó que lo que más vende son las hojaldras o pan de muerto que son adornados con varias canillas entrecruzadas que simulan los huesos.
Ante el incremento de los insumos para la elaboración de pan, compartió que los obligó a subir sus precios, aunque aseguró que la población no escatimó en gastos para llevarse este producto a los altares de sus difuntos.
Informó que el precio de las hojaldras es de 20 pesos por pieza, por lo que la alza fue de cinco pesos en comparación con el año pasado.
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“El año pasado la harina la conseguimos en 592 y este año está en 770, mientras que la azúcar de 800 pesos no pasaba y este año se vende a mil 080. Esto generó que tengamos que realizar un reajuste al precio del pan”, finalizó.