Pandemia, prueba para fortalecer la solidaridad

Martha Aidé Gallegos

  · viernes 11 de septiembre de 2020

Jesús Mejía Pérez, párroco de San Judas Tadeo, en Mineral de la Reforma /Martha Aidé Gallegos

Definitivamente la pandemia es una prueba para fortalecer la solidaridad, no solamente entre católicos, sino entre la población en general, porque nos afecta a todos, tenemos un enemigo común. Los enemigos comunes nos ayudan a solidarizarnos entre nosotros; aunque esto es un motivo positivo para reaccionar solidariamente, también puede convertirse en algo negativo, como por ejemplo provocar ira en las familias, consideró Jesús Mejía Pérez, párroco de San Judas Tadeo, en Carboneras, Mineral de la Reforma. Lo anterior porque no es una cosa fácil de aceptar el estar impedido de hacer lo que ordinariamente hacíamos, afecta negativamente a muchas personas, se deprimen y eso causa estragos en las familias, agregó.

Afirmó que la contingencia sanitaria sí ha afectado a la comunidad católica. Por un lado, están las personas que van a las iglesias a solicitar servicios, entre ellos recibir los sacramentos; acuden cada semana o cada mes, y han tenido que sujetarse a las medidas de salud. Igualmente, quienes estaban acostumbradas a comulgar cada 8 días, ya no pueden hacerlo, porque es fundamental en los sacramentos la celebración presencial; ahora solo se alimentan de la palabra que escuchan a través de las misas virtuales.

“Obviamente esto ha afectado muchísimo, pero como ya teníamos una base para transmitir a través del Facebook, buscamos tener un mejor Internet y los medios a fin de transmitir con mayor calidad. De hecho, muchas personas nos han pedido servicios justamente así, a través de la red social. Por ejemplo, cuando son los novenarios de los difuntos, y no pueden reunirse, se conectan a la página para hacerlos a través de las misas de las siete de la noche”, detalló el párroco.

Esta parroquia, antes de la contingencia, se caracterizaba por sus celebraciones colectivas, tanto para bautizos, primeras comuniones, como acciones de gracias por tres y quince años. Ahora, son misas individuales, donde solo pueden participar hasta 10 o 15 personas en total, siempre y cuando continúe el semáforo naranja. Las bodas prácticamente se suspendieron; hay quienes ya están buscando nuevas fechas.

Explicó que incluso, como no todas las celebraciones pueden realizarse en los horarios de sábado y domingo, se ha sugerido hacerlas entre semana para que sean espaciadas y no haya aglomeración de personas. Así han efectuado bautizos. Las medidas sanitarias continúan siendo estrictas: tapete sanitizante en la entrada, toma de temperatura, uso de cubrebocas y el uso de gel antibacterial, así como sanitizar bancas después de cada misa.

Por otro lado, están las personas comprometidas con el trabajo dentro de la parroquia, organizando las actividades para los diferentes grupos de apoyo, y se han quedado sin recibir algún recurso económico.

Precisó Jesús Mejía: “Nuestra parroquia tenía una organización por grupos. Por ejemplo, tenemos uno que da retiros a personas que no están casadas, solteras, divorciadas o separadas, o el de Pandillas de la Amistad, para adolescentes. Esos distintos grupos, como no podíamos realizar actividades colectivas, tuvieron que suspender muchos retiros. Toda esta situación afecta a la feligresía”.

Para concluir y en respuesta a si el sacerdocio también ha sido afectado, nos compartió que “como personas de fe que somos, entendemos y sabemos que Dios se vale de muchas cosas. Lo que puede en un momento parecer negativo, puede resultar positivo”. Dijo que sorprendentemente, en el Seminario no se dio una disminución de aspirantes a sacerdotes este curso, y era algo que les preocupaba, de que ningún joven hubiera querido entrar.

Sin embargo, la respuesta fue muy positiva; incluso, ahí, en el Seminario Menor, donde llegan los de nuevo ingreso, fue mayor la solicitud, en promedio con el de algunos años anteriores. Entonces, “esta situación compleja por la pandemia, favoreció positivamente en el número de los que quieren ser sacerdotes”.



DATO

En el curso actual, aumentó la solicitud de ingreso al Seminario, contrario a lo que esperaban por la pandemia




TEMAS