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Campesinos de la región Tulancingo se encuentran preocupados ante el panorama incierto que viven, sobre todo por la falta de apoyos por parte de la federación, pues desaparecieron varios programas, que, a decir, de los entrevistados, aportaban al crecimiento del sector agropecuario.
Destacaron el Fondo para el Apoyo a Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios ( FAPPA) el cual ya no existe, y ese brindaba recursos a grupos de hombres y mujeres a través de proyectos productivos pero además se podían gestionar maquinarias agrícolas como tractores.
“Hoy ya difícilmente veremos eso, al igual que el Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA), desapareció”.
Explicaron quienes pidieron omitir sus nombres “era subsidiado por gobiernos estatales, organizaban a familias de escasos recursos y los capacitaban en desarrollo rural, huertas de traspatio, granjas, e incluso se apoyaba en la comercialización”
En tanto, el programa del Instituto Nacional de la Economía Social, INAES, detallaron los informantes, que anteriormente estaba en Economía ahora en la Secretaría de Bienestar “ya no se ve que tenga para adelante pues estamos en julio y no han abierto la ventanilla”
Dijeron que en ello “había montos de cien mil pesos, y podía elevarse hasta un millón, apoyaban para negocios y proyectos: agropecuarios, acuacultura, producción de hortalizas en invernadero”
Otro que tampoco se ha visto ya es el de “Opciones Productivas”, y precisaron “pensamos que todos se fueron al sur sureste o norte como plan piloto.
“Vivimos ante incertidumbre de ver cómo quitaron programas y que el dinero que tenemos con la venta de leche, ganado no nos alcance y entonces el agro vaya muriendo”.
Solo están operando los programas de concurrencia donde gobierno federal y estatal ponen una parte y el productor la otra: “Sí se trabajan y es cómo algunos productores nos hemos beneficiado sobre todo con la adquisición de semilla”.
Finalizaron diciendo que el recorte que tuvo la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, SADER de 26 por ciento menor al de 2018, es el considerado, el más bajo en los últimos 11 años “y ahí se refleja, ya no hay tantos programas como antes y el riesgo de por si es que algunos productores le estamos batallando, quien sabe qué pase, igual y al rato el campo quede aún más abandonado”
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