Al iniciar agosto, el gobierno municipal informó que contaban con dos espacios para depósito de restos mortales: Azoyatla y Pachuquilla. El primero, en ese entonces, tenía seis fosas libres y dos mil 459 ocupadas, “está al 99 por ciento de su capacidad”, y el segundo con dos mil 585 en uso y aproximadamente 320 disponibles.
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Según no les alcanzó el tiempo a las autoridades por lo cual no se pudo concretar nichos para las cenizas de aquellos cuerpos cremados, “columbarios” para los dos panteones, 176 en cada uno, ahora muchos habitantes se preguntan qué van hacer cuando se vean en la necesidad de solicitar un espacio para darle sepultura a un ser querido.
Este es el caso de Irma que nos dijo que el día que muera será sepultada junto a los restos de su mamá en el camposanto de Epazoyucan, así lo decidió, también en el caso de Michelle, estudiante de medicina, aunque es joven y no lo piensa supone que en algún cementerio de la Ciudad de México (CDMX); ambas desconocían que en este municipio ya están por agotarse los espacios en los dos panteones y no hay proyecto para ampliarlos o crear uno nuevo, indicaron en el gobierno local.
Plenamente identificadas, las dos mujeres pidieron que solo aparecieran sus nombres respectivos: Irma tiene aproximadamente tres años viviendo en el fraccionamiento Paseos de Chavarria; por su parte, Michelle con su familia habitan fraccionamiento El Saucillo, que junto con la colonia La Providencia, son los tres lugares más poblados de Mineral de la Reforma (Inegi, 2020).
Esposa, madre de familia, Irma ejerció su crédito de Infonavit y compró su vivienda en Paseos de Chavarria, luego de ser por muchos años vecina de Pachuca; cuando se enteró que el municipio solamente tiene dos panteones y casi saturados, “no me preocupa, ya les dije a mi familia que yo quiero que me entierren junto a mi mamá”, cementerio que está en Epazoyucan, indicó.
Aunque los datos no han cambiado mucho a tres meses de aquel conteo, Michelle, de 20 años y estudiante de medicina, argumentó que por su juventud “no pienso en morirme”, pero como su familia es de la Ciudad y Estado de México, su papá les aseguró que cuentan con un lugar, sin darles el nombre del camposanto, y así nadie de los cinco integrantes tendrá que preocuparse “si hay o no un hoyo para que nos entierren aquí, en Mineral de la Reforma”.
En la actual administración pública municipal, donde habitan más de 202 mil personas, en el primer panteón hay dos mil 463 lugares ocupados y cuatro disponibles. “Se está buscando ampliar un poco esta capacidad”, informaron al solicitar la actualización de las cifras.
En el otro, dos mil 602 fosas utilizadas y 217 espacios para los próximos decesos.
“En el caso del panteón de la Higa, sí hay lugares disponibles, sin embargo por costumbre –y por decisión de los pobladores-, solo se reciben de este lugar, de la comunidad de Palma Gorda y de Rancho San Isidro”.