Mujer y hombre salieron de Haití en 2016 con destino a la Ciudad de México, donde quieren trabajar y juntar dinero para traer a su familia a este país y salir adelante, porque en su tierra natal huyeron de los conflictos políticos. Ya les falta menos de 100 kilómetros, desde Pachuca, donde narraron su historia de viaje.
Pauline Vixallon tiene 39 años, es Técnico Agrícola y habla cuatro idiomas(inglés, francés, español criollo y haitiano) que los aprendió en la escuela, y en el caso de su travesía por éste país, le ha sido muy útil, reconoció.
Fueron entrevistados afuera de la Central de Autobuses de Pachuca, ayer después de las 10 de la mañana, sentados en un escalón de la banqueta de lado dela base de colectivas donde junto a suprima, Marie Jules, se comían un paste cada quien.
No fue fácil que accedieran a narrar su odisea, más bien querían que alguien les pudiera ayudar a cobrar un envío de dinero en dólares, aproximadamente 111.40, para comprar los boletos a la Ciudad de México, donde ambos pretenden trabajar, así lo pidió a su interlocutor para luego llorar y taparse el rostro, para reflejar la desesperación y que los orilló a pedir dinero en la calle.
La cantidad le fue enviada, según la imagen que mostró de su teléfono celular, desde Haití la semana pasada a través del servicio de Western Union, pero no se los pudieron entregar por falta de una identificación. La que les expidió el Instituto Nacional de Migración (INM) Hidalgo, el domingo, no le sirvió.
En 2016, contó Pauline, salieron de su país, sin revelar cómo cruzó el mar para alcanzar Sudamérica, caminaron desde entonces y han pasado Perú, Colombia, Ecuador, Honduras y Guatemala, para internarse en México por Tapachula, Chiapas, en septiembre pasado.
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En Chile trabajaron y reunieron “cuatro millones de pesos chilenos”, que les sirvieron para seguir avanzando.
“Y seguimos caminando” hasta llegara Pachuca, sin precisar la fecha. Él mostró su “mica” expedida por el INM Hidalgo el cinco de diciembre, mientras su prima hablaba por teléfono móvil con alguien, para luego, ambos, levantarse y caminar con rumbo a la Central de Autobuses, retomando la búsqueda de su destino.