La múltiple oferta para atractivos turísticos naturales en Huasca tiene entre su repertorio a un sitio que de acuerdo con expertos se formó hace 140 millones de años, justo en el periodo Cretácico. En la misma época en que por la Tierra corrían los velociraptores y carnotauros, la región era un inmenso mar, uno donde el día de hoy se alza para impresión de quienes acuden a visitarlo, el mirador natural de Peña del Aire.
Perteneciente al Primer Pueblo Mágico de México, este asombroso sitio recibe su nombre porque a la vista, parece que es solamente una piedra que está suspendida sobre el aire.
Según se cuenta, esta peña se resistió a ceder a la barranca cuando la profunda cañada pasó de ser mar a paulatinamente convertirse en el también llamado Mirador El León.
El asombroso mirador a mil 900 metros
Con una caída de casi 850 metros de profundidad y con una altitud de mil 900 metros sobre el nivel del mar, este mirador se embellece porque es hogar de un río que corre en el fondo del abismo.
Este cuerpo de agua que en la actualidad abastece del vital líquido a pobladores y a árboles frutales que crecen a la redonda, es el heredero de aquel océano prehistórico. De hecho, en algunas rocas aledañas se han encontrado fósiles de animales marinos.
Ubicado a poco más de dos horas desde la Ciudad de México y a tal vez hora y media desde Pachuca, Peña del Aire se ubica en los límites de la Sierra Madre Oriental y el Eje Volcánico Transmexicano.
Un lugar ideal para el senderismo
Aquí crecen múltiples tipos de cactáceas, además de que es hábitat natural de zorros, zopilotes y lagartijas. Dadas sus características montañosas pero también boscosas, es un espacio idóneo para los amantes del senderismo, pues además presenta circulaciones de aire placenteras e incluso favorables para la relajación o desconecte del ajetreo citadino.
Asimismo posee una tirolesa que atraviesa parte de la cañada, ofreciendo así una de las más impresionantes vistas que pueden apreciarse en Hidalgo.
Para aficionados de la escalada, aquí hay posibilidad de practicar rapel y si en definitiva quieres vivir la experiencia completa, existe un espacio para acampar, pues la noche es un espectáculo aparte.
Peña del Aire se caracteriza por ser uno de los sitios en el país libres de contaminación lumínica, por lo que sí las nubes lo permiten, tendrás una vista espectacular de la bóveda celeste y no será difícil que encuentres varias constelaciones.
En ese sentido, pobladores ofrecen también recorridos a caballo o a cuatrimoto, si lo tuyo son los deportes extremos.
Sin embargo, si solo tienes planeado ir en un domingo a disfrutar con la familia, Peña del Aire ofrece las mejores vistas de los cañones hidalguenses en cada uno de los trece miradores que alberga, además de que hay un camino especial para bajar al cañón en donde lugareños ofrecen artesanías, alimentos típicos y hasta souvenirs.