Cerca de 50 peregrinos salieron el lunes pasado desde Huauchinango con destino a la Basílica de la Virgen de San Juan de los Lagos en Jalisco, contingente que en voz de uno de los organizadores se mueve por la fe y por una tradición que cumple 60 años de que inició allá en la sierra de Puebla. Adscritos a la Arquidiócesis de Tulancingo, los despidieron con una misa que se ofició en la Parroquia de la Asunción.
A tres días de que comenzó la travesía, en su camino “gracias a Dios todo ha ido bien, más adelante se unirán más peregrinos”, precisó el señor José Amador, quien es participante de esta procesión desde mediados de los ochenta. Aunque no se presentó todos los años, dice que al menos en los últimos diez no falla.
Tras la muerte de los organizadores originales, él ahora ejerce como uno de los que gestiona el registro y acopio de elementos necesarios para completar la hazaña a pie que recorre casi 470 kilómetros y pasa por cuatro estados: Hidalgo, Guanajuato, Querétaro y Jalisco. Al llegar a su destino, los recibirán con una misa especial al mediodía en la mítica Basílica.
“Hasta el momento ningún percance, traemos alimentos y todo el equipo de seguridad, así como personas que nos apoyan. Nos mueve la fe, teniendo fe se mueve todo. Pedimos por muchas cosas para salir adelante en la vida, en la familia y en la sociedad.”, comentó en entrevista.
Para hoy recorren caminos del Valle del Mezquital, acorde con su programación el descanso será en las localidades de Zaragoza y luego en El Tinaco, cercano a Tlahuelilpan. A través de todo tipo de caminos ya sean de terracería o asfalto, las personas que participan se preparan a lo largo del año para soportar los catorce días de caminata; el costo de su inscripción se utilizó, precisaron organizadores, para compra de alimentos pues cabe señalar que llevan un vehículo acondicionado como cocina.