En México la brecha salarial entre los hombres y las mujeres continúa, además de que existen más mujeres desempleadas que varones, situación que se replica en Hidalgo, donde la desigualdad laboral persiste, de acuerdo con el Segundo Observatorio de Trabajo Digno, elaborado por la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

El estudio reflejó que existen más del doble de mujeres desempleadas a nivel nacional, de las cuales en Hidalgo disminuye a sólo el doble, por lo que además existe una brecha de 797 pesos entre el salario de un hombre y una mujer por realizar la misma actividad.

De acuerdo con el Observatorio de Trabajo Digno, una mujer tendría que trabajar en promedio cinco días más para percibir el mismo sueldo que un hombre, aunado a que las mujeres dedican más tiempo a las labores domésticas que los varones, pues en promedio se contabilizan 42,8 horas para las féminas sobre 16,8 horas para los hombres cada semana.

Las mujeres perciben en promedio mensualmente cinco mil 29 pesos, mientras que los hombres perciben cinco mil 825 pesos al mes en promedio nacional, sin embargo, en el caso de Hidalgo la remuneración es aún menor con cuatro mil 925 pesos para los varones y cuatro mil 480 pesos para las mujeres, ya que la entidad se ubica entre las que peores percepciones salariales se obtienen a nivel nacional.

Aunque no se específica el tiempo que las mujeres en Hidalgo dedican el tiempo a labores domésticas sobre los varones, en promedio destinan casi tres veces más tiempo que los hombres en cuestiones del hogar, lo que implica que también tienen mayor tiempo de ocio sobre las mujeres.

Asimismo, existe desigualdad para los jóvenes en el ámbito laboral, pues existe 2,3 veces más desempleo para las personas recién egresadas que para quienes son mayores de 30 años de edad, por lo que esta condición se agudiza más en las mujeres que se encuentran en mayores rezago.

Según la Encuesta Nacional de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 23 por ciento de las mujeres pide permiso para ir a trabajar, por lo que persiste la concepción de desigualdad para las féminas que efectúan labores económicas.