Cansado de las desatenciones del personal de la Clínica 2 del IMSS, Aurelio Macías Leiva se dijo harto de la situación pues aunque paga puntualmente 30 mil pesos de cuota, ninguno de sus trabajadores puede ser atendido pues les niegan el servicio.
“Casi 30 mil pesos son cada dos meses y pues no, es una injusticia. No cumplen, nunca cumplen con su obligación, no se dan cuenta cuanto pago yo de seguro y eso les vale gorro”, dijo Macías Leiva.
El caso de mala atención más reciente fue el señor Panuncio Soto, operado en particular pues aunque por su condición necesitaba ser operado de emergencia según lo referido por los médicos, le pidieron esperar para que se analizara hasta el 9 de julio.
Por su gravedad, tuvo que ser operado de emergencia en un nosocomio particular pese a que el urólogo que lo atendió calificó de urgente su cirugía.
“Me dijeron que tenía que ser urgente la operación que porque me iba a dar un infarto y yo iba a quedar como vegetal porque lo que tenía estaba muy avanzado (...) Como puede ser que si está uno así, ¿cómo puede esperar uno mucho tiempo?”, lamentó Panuncio Soto.
Soto refirió también que además de las largas fechas de espera para los primeros análisis, posteriormente lo canalizarían con otros especialistas pero como al principio, sus fechas de atención estaban muy espaciadas.
“Entre tanta vuelta pierde uno el tiempo y el dinero, porque a veces no trabajo y los pasajes y la gasolina (...) Esas anomalías están muy mal, la gente está esperando, tiene que hacer cola para todo, de 30 o más personas”, denunció Soto.
“Fue grave lo que tenía y ya para esas fechas ya mejor un funeral”, sentenció el hijo de Panuncio Soto.
De igual modo, en el caso de Blanca Rosa Soto Maldonado, hermana de Panuncio y asegurada también, la atención que esperaba fue muy tardía pese a que la condición médica que padecía le impedía ya caminar pues el dolor era muy intenso.
“Cuando ella fue a sacar su cita le dijeron que no había doctor, que estaba incapacitado, que después le hablaban. Ya tiene un mes que la operaron en particular y apenas le llamaron, que le daban fecha el 26 de este mes”, refirió su esposo.
Molesto, el esposo de Blanca dijo que si es una institución grande y con personal, si no está un médico debe existir otro pero que es una lástima que el servicio no sea eficiente porque “la salud no es un juego”.
“Eso no ven la asistente ni la directora (...) Les vale gorro, son unas personas irresponsables, valiéndose, no caen en la razón”, dijo molesto Aurelio Macías.
Otro de los casos que aquejan a la familia es el de Margarita, hija de Aurelio Macías, quien llegó a la institución en labor de parto y refirió que el personal médico le negó la atención pues presentaba preeclampsia.
En lugar de ser atendida por la vida y salud de su bebé, fue llevada mejor a una clínica particular donde recibió la atención que necesitaba.
