Luego de que en los últimos meses se ha disparado la delincuencia en el Barrio Mágico del Arbolito, vecinos del lugar han tenido que implementar diversas acciones para garantizar la seguridad y poder transitar por las calles, como la colocación de cámaras, de lonas con la leyenda 'vecinos vigilantes' y un sinfín de acciones.
Al menos seis puntos de distribución de droga, poca iluminación, bolsas de basura en las calles, invasión de propiedad, robo a plena luz del día y hasta una casa de citas, es lo que un grupo de habitantes ha tratado de denunciar ante las autoridades, sin embargo, no han tenido una respuesta favorable.
“Uno marca al 911, al número de la policía y nos dicen que la unidad ya se aproxima, pero nunca llega…hemos salido con tubos a defendernos, pero también cómo nos vamos a defender si ellos traen pistola”, externó en entrevista para El Sol de Hidalgo, uno de los jóvenes, quien prefirió omitir su nombre por temor a represalias.
Dentro de las calles con mayor problemática se encuentran Mariano Abasolo, Reforma, Observatorio, Zarco, Félix Uresti Gómez, Primera calle de Simón Bolivar, entre otras, por lo que los habitantes se han dado a la tarea de realizar acciones para contrarrestar la inseguridad:
“Hemos puesto varias cámaras en unión de los vecinos por el incremento de asaltos, de robo a mano armada, incluso encañonamientos que ha habido en el último mes, de hecho a una tienda entraron hace quince días en la tarde, al vecino le sustrajeron dinero en efectivo y algunos productos de su tienda”, refirió uno de ellos.
Al recorrer la zona en compañía de los vecinos, este medio de comunicación se percató que la mayoría de las casas están en abandono, situación que propicia la invasión y las malas prácticas; además, que las viviendas habitadas cuentan con doble protección en ventanas, es decir, una exterior y otra interior, así como diversas cerraduras:
“Hay cámaras en las calles, pero no sabemos si sirven, hay varios grupos delictivos y se han peleado…en esta casa tienen la comercialización, se puede rentar por cincuenta pesos una noche, por veinte pesos una hora, tienen la situación de la prostitución, se han contado entre ocho y diez mujeres, pero si pedimos el apoyo nos dicen que aquí no suben las patrullas porque son callejones y que no hay elementos para que vigilen continuamente”, finalizó uno de los entrevistados.
Por ello, lo que los pobladores buscan es que la policía tome cartas en el asunto, que den rondines, que exista más iluminación en las calles y que las cámaras que han colocado sean conectadas directamente al Centro de Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4).