Aunque es una de las actividades domésticas más comunes, planchar la ropa es más complejo de lo que parece: requiere de gran habilidad para desarrugar una prenda, además de que depende mucho el tipo de tela, la posición, si es sobre un burro o sobre alguna otra superficie, entre otras cuestiones.
Asimismo, el éxito o fracaso de tal labor dependerá directamente del instrumento que elijamos, que generalmente es una plancha doméstica.
Sin embargo, cada día se vuelven más comunes en el mercado ciertas herramientas para facilitar la tarea y así evitar que vayas al trabajo con una camisa o un pantalón arrugado.
Vaporizador vs planchas tradicionales
Tal es el caso de los vaporizadores, un gadget fácil de usar, ligero, y que podría mejorar el aspecto de nuestra ropa en mejor medida que las planchas tradicionales.
Para empezar, deben usarse con las prendas colgadas en un perchero o gancho, para que en cuanto el vaporizador alcance la presión correcta, simplemente lo pasemos sobre las zonas de la camisa o pantalón que queramos desarrugar.
Por tales motivos, este instrumento se vuelve ideal para lidiar con ropa que lleve lentejuelas, accesorios removibles, entre otros detalles.
Y es que a diferencia de la plancha, la cual no puede entrar a esas zonas por obvias razones, no hay rincón que se escape del efecto alisador del vaporizador.
Por otro lado, aunque la plancha es menos novedosa pues su existencia data probablemente de los albores de la humanidad con antecedentes que incluso llegan al siglo primero en la cultura china, requiere de mayor astucia y experiencia para no afectar la forma o apariencia de la ropa.
Esto dicen los expertos
Según una experta, quien se ha desempeñado como dueña de una lavanderia y tintorería en el centro de Tulancingo, con ambos instrumentos pueden lograrse grandes resultados pero deben tenerse ciertas consideraciones:
“Con ambas cosas se obtienen buenos resultados. El asunto con la plancha es que a veces hay que colocar un lienzo húmedo en algunas prendas para que la plancha no pegue directamente con la tela, pues puede hacerse brillosa después de cierto tiempo. Lo mejor es colocar una tela para que se alise con el vapor”, expresó.
Así también, otras personas recomiendan leer las etiquetas de nuestras prendas, pues ahí se incluyen recomendaciones para el planchado, con la intención de prolongar el tiempo de vida de la ropa: “igual depende de la superficie. Si se plancha sobre un burro hay que acomodarla de tal forma que podamos marcar las líneas naturales del tejido, sin estirar de más o torcer las fibras, algo que ocurre mucho cuando planchamos sobre la cama o alguna otra superficie no tan firme”, concluyó.