Con el propósito de hacer un silencio colectivo por las aguas del mundo que han estado sin respeto y en conflicto y necesitan contemplación y escucha, ayer en la tarde, se realizó el performance llamado Silencio en la rivera del Río Tula, a la altura del Puente Zaragoza de esta ciudad, en el cual participaron numerosos pobladores.
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Al respecto, la investigadora de esta acción colectiva Javiera Cifuentes Padilla expresó ayer que hasta el momento el performance se ha realizado en seis países de Latinoamerica y Europa como son Chile, Bolivia, Ecuador, España, Alemania e Inglaterra y ahora le tocó a México.
Aseguró que se decidió hacer el performance en el Río Tula, ya que es tremendamente significativo por la historia y contexto de transgresión que ha tenido, especialmente por lo que pasó en el año 2021 con la salida del agua e inundación.
La entrevistada comentó que Silencio es una propuesta que va un poco al sentido contrario a los llamados que generalmente se hacen a la acción y decir y busca conectar a las personas desde la escucha profunda y la inacción lo cual requiere un ejercicio de voluntad en un mundo caótico que no deja de moverse y sonar.
Por lo tanto, indicó la investigadora de nacionalidad chilena, es muy significativo intentar colectivamente realizar un silencio exterior y de manera personal interno que a veces es más difícil pues estamos casi siempre con un discurso dentro que no deja de sonar.
Dio a conocer que el performance consiste en convocarnos colectivamente en el mencionado afluente y hacer una fila con todas las personas y recostarse a la orilla mirando al cielo y hacer un silencio de doce minutos y después el silencio es fracturado por cantos al agua que sirven como ofrenda.
Javiera Cifuentes precisó que este performance tiene un fuerte componente ritual y ceremonial y en este caso en particular dialoga con los conocimientos ancestrales del Abya Yala que es América.
Por último, citó la mujer extranjera que acudieron habitantes tulenses preocupados y ocupados con el agua, entre ellos activistas, con conocimiento ancestral, artistas y la comunidad en general.
Fue después de las cinco de la tarde de ayer cuando los ciudadanos comenzaron con el ritual a través de la Ceremonia de Pedimento a los Cuatro Rumbos y la colocación de ofrenda al Río Tula.