Para mujeres de Santa Ana Hueytlalpan, en Tulancingo, quienes año con año elaboran sus “ramos”, en esta ocasión será diferente; apenas harán unos cuántos de ellos, y tratarán de aventurarse a vender los pocos que hagan, en centros de abasto y calles, y otros más, desde su comunidad de origen.
La producción que hacía la señora Morales, de hasta 800 ó 900 de ellos en tres días, dice, ahora, apenas hará unas 100 y eso, vislumbrando menos ingresos, pues con las medidas aplicadas por la contingencia, añade, se les irá un buen ingreso previo y durante este Domingo de Ramos a celebrarse el 5 de abril, fecha importante, que, simboliza la entrada triunfal del Nazareno a Jerusalén.
“La gente por tradición los compra para llevarlos a bendecir en la misa, pero ahora no sabemos si haya venta; nos aventuraremos”.
Se estima que tan sólo de esta comunidad, son poco más de 50 mujeres que se dedicaban a la elaboración de ramos, a base de hojas de palma, de variadas formas, tamaños y precios. Hoy, las cosas son diferentes para ellas. No tendrán el mismo ingreso que cada año, por lo que serán contadas quienes decidan hacerlas, añade.
Antes, se colocaban en periferias de iglesias y mercados, buscarán dónde y cómo comercializarlas ante las indicaciones por la emergencia epidemiológica del COVID19 y con el llamado nacional del #QuédateEnCasa.
Con 20 años como artesana de estas palmas, hoy, tiene incertidumbre pues nunca había vivido algo así de detener su producción artesanal; no sabe si alguien vaya a acudir a misa y planee como cada año, llevar a bendecirlos, atendiendo las recomendaciones que ha dado la iglesia de no aglomeraciones ante la medida nacional, con el exhorto de ver las misas desde casa.