De acuerdo con testimonios de quienes han logrado cruzar la frontera norte, los llamados polleros, dejan abandonadas a las personas en el desierto y en ocasiones las han dejado encerradas en casas de seguridad de ciudades fronterizas.
Trágicos acontecimientos, al cruzar la frontera México-Estados Unidos, han involucrado a indocumentados, entre ellos hidalguenses de la Sierra Otomí-Tepehua, lo que da cuenta de los riesgos inminentes de quienes buscan el sueño americano.
Gabriel Guerrero, originario de Acaxochitlán, quien actualmente radica en Nueva York, comentó que hace 10 años llegó a la “Ciudad de los Rascacielos” pero su travesía fue muy difícil.
“A mis hermanos los dejaron en el desierto y por semanas no supe de ellos. Después me enteré que los agarró la patrulla fronteriza.”
Agregó que aunque las políticas migratorias de Estados Unidos son más estrictas, los polleros llegan a cobrar hasta 200 mil pesos por cruzar ya sea el desierto o por el río Bravo.
“En México te dan una cara, pero ya en el camino te van pidiendo más dinero y si no les das, te amedrentan y hasta amenazas se reciben”.
En 2011, en San Fernando, Tamaulipas, 193 inmigrantes fueron masacrados en una casa de seguridad. Cuatro personas que perdieron la vida eran originarias de Tenango de Doria.
Según cifras emitidas por Ramón Manrique, presidente del Consejo Internacional de Derechos Humanos en Asuntos Indígenas comentó que en los últimos cuatro años, por lo menos cuatro inmigrantes de la Sierra Otomí-Tepehua, han perecido en el desierto.