A partir del 17 de marzo, el quinto domingo de Cuaresma, hasta el viernes de Semana Santa, encontrarás en muchas iglesias católicas que las imágenes de Jesús y los santos están cubiertas con alguna tela de color morado, negro o rojo.
¿Cómo surge esta tradición?
Esta es una tradición que surgió en la iglesia católica desde el siglo XI y era obligatorio para todas las parroquias, ya que de acuerdo con las Normas para la Celebración de la Semana Santa en su No. 57, señala que “Conviene que las cruces que haya en la iglesia se cubran con un velo de color rojo o morado; No se encenderán velas o lámparas ante las imágenes de los santos.” Y la única imagen que se permitía mostrar, era la de la virgen dolorosa cargando el cuerpo inerte de su hijo Jesús.
Aunque actualmente, esta norma ya no es obligatoria, pero como parte de la tradición arraigada y cómo conservación de la solemnidad, en muchas iglesias se siguen cubriendo las imágenes, principalmente de los santos.
En un artículo publicado por el padre José Jesús Aguilar, de la Arquidiócesis de México, explica que, esta solemnidad representa el luto que tiene la iglesia como esposa de Cristo, cubriéndose con el manto de la Viudez; además que en este periodo, el centro principal debe ser Cristo que fue crucificado para el perdón de los pecados de todos. Por lo tanto, las imágenes no deben llamar nuestra atención, sino que la mirada de todos los fieles debe permanecer enfocada en las palabras del evangelio y la reflexión del momento.
¿Cuándo pueden retirarse los velos de las imágenes?
En muchos lugares se acostumbra a que se descubran las imágenes durante la misa del sábado Santo mientras se entona el canto del Gloria. Pues de acuerdo con la tradición, este momento es de fiesta y alegría porque Jesús ha resucitado y se abre la Gloria.
Aunque en muchos otros lugares, previamente a la misa, se descubren las imágenes y se prepara la iglesia con decoraciones ya que en esta celebración, se acostumbra a que mientras se hacen las 7 lecturas con sus salmos, la luz permanece apagada y solamente la iglesia esté iluminada con los cirios que traen los fieles. Y justo cuando llega el momento de cantar el Gloria, las luces de la iglesia se encienden y entonces es cuando la imagen de Jesús resucitado se destaca con las decoraciones que previamente se pusieron al igual que el resto de las imágenes que también quedan al descubierto.