La Procesión del Silencio en Tulancingo reunió aproximadamente a 300 feligreses, quienes recorrieron algunas calles del centro del municipio en total silencio como señal de luto por la muerte de Jesucristo.
Este evento comenzó en punto de las 7:22 pm y culminó a las 8:10, partiendo desde la Catedral Metropolitana y terminando en este mismo punto.
Hombres y mujeres cargaron a Jesús en el sepulcro y a María Doliente, respectivamente mientras los demás asistentes llevaban velas rojas y otras blancas.
Salvo las indicaciones de los agentes de tránsito municipal que salvaguardaron a los penitentes, la procesión del silencio se llevó a cabo en absoluta mudez y tranquilidad.
El significado de esta procesión radica en el luto por la muerte de Jesús y en el acompañamiento a la Virgen María por la muerte de su hijo.
Previamente, durante su mensaje en la misa de la celebración de la pasión del señor, Monseñor Domingo Díaz Martínez hizo un llamado a luchar en contra de todo aquello que nos aleja del Señor Jesús.
El Arzobispo señaló que debemos cerrar nuestro corazón en contra de la soberbia, el deseo desordenado, la envidia, no vivir la vida con cierto desprecio, la ignorancia y la avaricia que nos apartan de Jesús, hijo de Dios.
Por el contrario, el líder religioso indicó que en estos días de reflexión, los feligreses católicos deben pedir en oración que se fortalezca su fe, en este el año de la redención.
Posterior a estos eventos, todas las luces exteriores de la Catedral de Tulancingo se apagaron en señal de luto.