Para una vecina del fraccionamiento Campestre Villas del Álamo, la Comisión de agua y alcantarillado de servicios intermunicipales (Caasim) lleva siete meses con deficiente abasto del vital líquido, por eso participó en la manifestación de este viernes 23 de septiembre contra el organismo para que ya resuelva. Ella vive en la calle de Pirules y la protesta fue en la avenida de los Maples cerca de una capilla, donde el grupo de colonos externaron su malestar contra el organismo para que ponga un fin al mal servicio.
Expusieron que cuando hablan vía telefónica a la dependencia estatal para pedir pipas o averiguar cuando se regularizará el abasto, responden que sí van a mandar el apoyo de los carros cisterna, pero al paso de los días "ya no contestan, o se portan groseros los empleados". Son varias las calles que presentan el problema y se agudiza más porque los recibos no dejan de llegar y con altos cobros, acusaron. La explicación sobre las facturaciones por el consumo, quienes han acudido a exponer su inconformidad al organismo, es que al no haber agua en la tubería hay aire y eso mueve el medidor, pero ni así les modifican la deuda y está va creciendo por lo imposible de liquidarla, señalaron.
A la manifestación llegó un funcionario de Caasim, cuyo nombre y cargo no recordaron, además de una persona que identificaron de la Secretaría de Gobernación. El empleado les informó que la noche del jueves para la madrugada de este viernes cayó agua en unas zonas del fraccionamiento. Añadió que existe un taponamiento en la línea y que están revisando las tuberías para encontrarla, por lo que desde hace tres días esa amplia zona habitacional está recibiendo apoyo con pipas de la Caasim y 20 más que se rentaron para enfrentar la demanda de los que ahí viven. Insistió en que ya cayó agua en una parte de Campestre.