Legisladores del Congreso del Hidalgo presentaron la iniciativa con proyecto de decreto por el que se declara el proceso de elaboración del Pulque como Patrimonio Cultural Inmaterial de Hidalgo, siendo esta entidad federativa líder en la producción de la llamada bebida de los dioses en el país.
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Fue el diputado local Carlos Alejandro Alcántara Carbajal quien leyó a la propuesta ante el resto de las y los legisladores y señaló que esta declaratoria tiene como finalidad establecer la responsabilidad de preservar el proceso de la elaboración del pulque que incluye la intervención de la persona dedicada a la extracción en el maguey.
“La elaboración del pulque proviene de una tradición cultural con un conjunto de saberes ancestrales sobre el manejo del maguey y el proceso de fermentación del aguamiel, que se han transmitido por generaciones, los cuales forman parte integral de la identidad de las comunidades que lo practican. Una práctica que involucra rituales que conectan con la espiritualidad y la naturaleza”, indicó.
Señaló que involucra los saberes y las técnicas de una serie de habitantes de comunidades rurales que juegan un papel esencial en dicho proceso.
Además, indicó a la Secretaría de Cultura para que, en términos de lo establecido Ley de Cultura y Derechos Culturales del Estado de Hidalgo, haga el seguimiento correspondiente.
Expuso que en Hidalgo, el pulque se produce en 73 de los 84 municipios, especialmente en aquellas zonas con el clima y la altitud adecuados para el cultivo de maguey, de tal forma que Cardonal es el principal, productor de aguamiel pulquero con 67 millones 144 mil litros, representando el 34.5 por ciento de la producción estatal, le continúa Zempoala, luego San Agustín Tlaxiaca, Ajacuba y al final Alfajayucan.
“El pulque se elabora desde hace más de 2 mil 500 años y era considerado por las culturas mesoamericanas como la “bebida de los dioses”, consumida en ceremonias religiosas y únicamente por sacerdotes, guerreros, ancianos y miembros de la nobleza”.
De esta forma, indicó, se busca conservar el proceso de elaboración a fin de evitar la alteración en el proceso original.