En el panteón San Miguel de Tulancingo queda muy poco espacio en el área a siete años, que es el que ocupan aquellos que no cuentan con un lugar en la zona a perpetuidad, por lo que el personal debe estar al pendiente para en caso de que no sean reclamados los restos, una vez cumplido el lapso, exhumarlos y poder atender la demanda de una fosa.

En ese lugar se cuenta con 610 fosas, de las cuales en lo que resta del año deben desocupar 78, que son las que cumplen siete años de haberse ocupado, comentó el director del cementerio, Jaime Lira.

Refirió que en promedio atienden 30 inhumaciones por mes; tan solo en febrero de esa cantidad, 18 fueron para el área a perpetuidad y el resto a la de siete años.

Expuso que desafortunadamente hay poco interés por algunas personas y no acuden a exhumar los restos de sus familiares sepultados en la mencionada área y por lo que el personal lo hace y los pasa al osario, debidamente identificados, incluso con varias etiquetas dentro de un plástico para que se conserven los datos más tiempo.

Mencionó que en ocasiones padecen para satisfacer la demanda de una fosa y es cuando le recuerdan a la gente que debe desocupar uno de los espacios que ya haya rebasado el tiempo límite.

Comentó que en el área a perpetuidad hay alrededor de seis mil tumbas, pero solo pueden ocuparlas para otra inhumación, aquellos que tienen los derechos del lugar.

Finalmente dijo que los restos exhumados pueden pasarse a un guardarrestos de ahí mismo, cremarlos y llevárselos a su casa o trasladarlos a otro cementerio.