No cabe duda del legado cultural y artístico de Tulancingo. Basta repasar su amplia historia para darse cuenta que esta tierra fue tocada con especial bendición por el cosmos, pues es además de una de las ciudades con más grande misticismo mitológico y prehispánico, también un semillero de talentos musicales, actorales, luchísticos y hasta políticos.
En esta ocasión recordamos a uno de los referentes musicales más relevantes de la historia del rock nacional, cuyo origen y primeros años remontan a la calle de Zaragoza, cuando estudiaba el kinder en el “Federico Froebel” y seguramente recorría las calles del centro de Tulancingo con la efervescencia que habría de caracterizar a Francisco Barrios, mejor conocido en el lore musical como “El Mastuerzo”.
Botellita de Jerez y la historia de El Mastuerzo
Fundador junto con Armando Vega Gil (QEPD) y Sergio Arau de la emblemática banda Botellita de Jerez y uno de los responsables de acuñar el término “guaca-rock” para referirse a este tipo de música, pero hecho en tierras nacionales, el Mastuerzo acumula 52 años de trayectoria.
Nació un 23 de noviembre en Tulancingo, como el “cuarto y menor de los hijos de la señora Raquel Martínez; su padre David Barrios y sus hermanos Gloria Edith, Clemente y David. Es antropólogo de carrera, pero “psiquiatra de naturaleza”, afirma el histrión.
“Soy del estado de Hidalgo y me enorgullece mi crianza, mi pequeño espacio. Por supuesto que amo a mi terruño querido Tulancingo (...) no hay mejores enchiladas que las de “Tulanswing”; es más, no hay, no existen en ningún lado los guajolotes”
Trayectoria musical
Aquí vivió 16 años, pues luego migró a la Ciudad de México para estudiar la preparatoria. Cinco años después se integra su primera banda, a la que llamó Los Nakos, ensamble que surgió como respuesta cultural al Movimiento Estudiantil Universitario de 1968. Sin embargo uno de los episodios más importantes de su biografía llega en 1983, momento en que brotó a la escena Botellita de Jerez.
Con ellos ejerció su arte desde aquel año y hasta el 2018, cuando anunciaron su separación. Sin embargo, para el Mastuerzo su más de medio siglo de carrera le ha servido para conocer múltiples países en casi todos los continentes, fuente de inspiración, por supuesto, para sus composiciones, mismas que en muchos casos resaltan la cultura mexicana, la urbanidad y sentimientos aztecas.
“Algunas de sus canciones que se han colocado exitosamente en el gusto del público son Alármala de tos, Guacarrock y Charrock and Roll (estas tres en coautoría con Armando Vega-Gil y Sergio Arau), Abuelita de Batman (en colaboración con Armando Vega-Gil, Elizabeth Elizalde, Eduardo Arau, Benjamín Alarcón, Rafael González y Santiago Ojeda), Prohibido y Niña de mis ojos, entre muchas otras” resalta la Sociedad de Autores y Compositores de México.
En la actualidad, continúa desempeñándose en labores de producción, compositor e intérprete musical.
“La rola es canción, la canción es poesía y la poesía es un choro chido que canta y que rola y como dice mi carnal Armando Vega Gil, ‘y baila en una pata’. Sí, orgullosamente del estado de Hidalgo”
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