La espirulina es un alga microscópica que fue usada desde la época prehispánica para reforzar la alimentación de los pobladores mexicas, hoy, de la mano del investigador miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Roberto González Reyes, vecinos de Almoloya, la cultivan de forma líquida para producir un suplemento alimenticio, cuya producción no causa un impacto adverso al ambiente y su aportación nutrimental es mayor que la que se puede obtener de vegetales y carnes.
Susana Hernández, titular de la Dirección de Desarrollo Agropecuario, explicó que el experto en el cultivo y producción de esta alga de uso milenario en nuestra cultura, fue invitado a Almoloya, como parte de las estrategias de diversificación de las actividades productivas entre agricultores y amas de casa, con quienes, dijo, se han creado, desde hace casi cuatro años, distintos grupos que buscan enriquecer sus conocimientos para crear alternativas de ingreso, pero también que permitan mejorar la calidad de los productos que consumen.
Explicó que, durante el encuentro en el que, el académico enseñó a vecinos de este municipio a cultivar la espirulina de forma líquida, les informó que uno de los efectos importantes que tiene esta alga es su capacidad hipolipemiante, capaz de disminuir el nivel de lípidos en la sangre.
Al respecto, el investigador, refirió a El Sol de Hidalgo que, esta estrategia surgió de una investigación de los proyectos de Ciencia y Tecnología, el cual se originó en 2018, pero fue hasta el año pasado, 2023, que el Gobierno Federal, le dio el impulso para llegar a distintas localidades ya que, la mayoría de estos planes van dirigidos al ámbito educativo y no a las comunidades, como este.
Aseguró que más allá de las propiedades nutrimentales con las que cuenta esta alga, como el que pudo documentar a través de un grupo de estudio en Mineral de la Reforma donde confirmó que su uso es coadyuvante en la prevención y tratamiento de la diabetes mellitus, de sus propiedades antiinflamatorias para patologías crónicas no transmisibles, como la lipidemia, la hipertensión arterial y la obesidad, así como de sus propiedades antioxidantes y anticancerígenas, también representa una alternativa para coadyuvar con el ambiente.
“En términos simples, vamos a decirlo así, el bióxido de carbono, es uno de los gases más contaminantes y por el cual estamos sumergidos en una crisis climática; una vaca es como si tuviéramos encendido un auto todo el día, de la carne que consumimos de este animal, solo nuestro organismo aprovecha alrededor del 50 por ciento de las proteínas que su carne nos puede aportar. La espirulina, utiliza ese bióxido de carbono y a cambio su consumo nos aporta alrededor del 70 por ciento de proteína”.
Añadió que, “Las microalgas fueron los primeros organismos vivos de la historia evolutiva, por ello, la espirulina conserva tanta belleza en su biología”.
Recalcó que el cultivo de espirulina es como plantar un árbol, ya que consume el bióxido de carbono, causante del efecto tipo invernadero.
Detalló que su cultivo es simple y sus beneficios son muy bastos, por lo que, su proyecto busca llegar a todas las comunidades del Altiplano, donde enseña a los productores a cultivarlo en su forma líquida.
“Yo les aporto la semilla, les enseño cómo deben tratarla para no afectar su PH y que sea benéfica para la salud. En este caso, los interesados son quienes, aportan los insumos como un vitrolero, luz led que les permiten mantener viva esta bebida que se puede consumir prácticamente en cualquier alimento líquido sin que éste afecte su sabor”.
Por último, señaló que, existen tablas propuestas en las que se indica el consumo de un gramo de espirulina para niños y hasta cinco para adultos; sin embargo, dijo, lo recomendado es de 2.5 gramos al día.