Fernando Ríos Maqueda, quien fue absuelto por el Tribunal de Enjuiciamiento del delito de homicidio calificado, buscará una reparación de daños por parte del Estado por haber estado encarcelado dos años, un mes y días de su vida por un delito que no cometió.
En conferencia de prensa, en las inmediaciones de la antigua cárcel de Pachuca, Fernando Ríos compartió parte de sus experiencias, después que el 23 de febrero de 2020 fue aprehendido y posteriormente vinculado a proceso por un delito que no cometió: el asesinato de quien asegura era su amigo: Gerardo Sosa Cravioto.
“Desafortunadamente, el MP bajo la dirección de Raúl Arroyo fabricó este delito en mi contra y hoy en la mañana analizamos la posibilidad de tomar cartas en el asunto y buscar la reparación del daño”, anunció.
Reparación que aclaró debe incluir el daño moral, psicológico, así como el impacto familiar, económico, entre otros, que se sufren por estar preso durante sin motivo en el área de Medidas Especiales de Seguridad donde compartía espacio con personajes como Charrez, Turrubiarte y Pablo Pérez y “otros presos políticos”.
Ríos Maqueda narra que luego de ser detenido ingresó al penal físicamente, pero “tardas en llegar mentalmente, y una vez que lo asimilas empiezas a hacerte una vida, puse una tienda. Allá dentro fluye mucho dinero, la comida, los dulces, la cuestión de la ansiedad, es tierra fértil para cualquier negocio, nosotros lo hicimos con pasteles”. Antes de ser aprehendido puso un negocio de comida, el cual adelantó que retomará.
Respecto de las armas que se dijo tuvo en su poder, reconoció que en Acaxochitlán tenía una calibre .22 para defensa personal, pero aseguró que ni siquiera sabe disparar.
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En cuanto a la que presuntamente localizaron en su domicilio, sostuvo que “esa historia es mentira”, y por ello inició un camino de defensa ante las comisiones de derechos humanos, la cual pretende elevar hasta nivel internacional.
Cabe recordar que Fernando fue acusado de asesinar a Gerardo Sosa Cravioto, quien perdió la vida derivado de haber recibido tres impactos de bala en su cuerpo cuando conducía en la entrada del Rancho Yemila, el 23 de febrero de 2019.