El periodo útil de un garrafón de agua es de 30 usos, aunque posteriormente se puede utilizar y no significan riesgos graves a la salud, es recomendable comprar uno nuevo debido al desgaste, señaló el expendedor de agua desde hace 20 años en Pachuca, José Fuentes.
Explicó que el garrafón va cambiando de color y consistencia, se vuelve más rígido y se rompe con facilidad.
“Sí ocupan para llenarlo con agua de sabor, un solvente, cualquier otro líquido o producto como tornillos, llaves, clavos, ya no sirve porque nunca desaparecerá el olor y en automático apesta”, señaló.
También la pérdida de la vida útil del recipiente es con el lavado en serie que acostumbran la pequeñas plantas de llenado, “sí se enjuagan en las lavadores que van 10 garrafones, se echan a perder, volviéndose con un color pardo, oscuro, y es signo de que ya no sirven”.
Dijo que otra de las problemáticas de las personas que venden los garrafones en camionetas, en su mayoría unidades de modelos muy atrasados, es que cuando se rompen los resanan con un pegamento especial, lo cual está prohibido por las autoridades sanitarias.
En caso de adquirir en tiendas de conveniencia los dependientes, expuso, revisan la fecha de fabricación del garrafón y, en caso de haber caducado, no lo aceptan porque calculan el número de usos con base al año de elaboración.
Por otro lado, la empresa Bonafont tiene un color exclusivo en su garrafón, cuando el genérico es azul, así lo dice la ley y como comprador tienes derecho a rellenarlo o comprar uno nuevo.
“El dueño del garrafón es la persona que lo compra, no te lo presta la empresa. Es una bronca que los grandes industriales como Bonafont, Coca-Cola y Electropura que quieren que no haya garrafón genérico, para que solo compres o rellenes con ellos, sería como un monopolio de un vital alimento, como es el agua”.
En tanto, el agua de Pachuca es rica en minerales. “Se recomienda hervirla para consumirla, aunque algunas personas la purifican con cloro. Los sistemas de purificación de membrana no son eficaces en Pachuca debido a la rápida obstrucción por los minerales”.
“En resumen, la situación del agua embotellada y los garrafones en Pachuca implica consideraciones de calidad, seguridad y regulación, con distintos enfoques de purificación y mantenimiento según el proveedor y las prácticas locales, que deben ser higiénicas para evitar riesgos a la salud”.