TULA DE ALLENDE, Hgo.- Hace 365 días que ocurrió la gran inundación que devastó a la ciudad de Tula y nueve comunidades. Los ciudadanos recordaron la fecha. Señalan que el dolor que dejó la muerte de diecisiete pacientes del IMSS y la pérdida de su patrimonio y su tranquilidad está lejos de superarse.
Amaneció nublado después de una noche de pertinaz lluvia, lo que de alguna manera repercutió en la asistencia a los eventos organizados por los ciudadanos para que la tragedia que se vivió el 6 y 7 de septiembre y que se siguen viviendo muchos, no quede en el olvido y para exigir que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), no vuelva a inundar a Tula.
En el ánimo social, señaló Berenice Pecina de La Gran Asamblea de Damnificados de Tula 2021, que agrupa a damnificados de 70 calles del centro de Tula, hay el convencimiento porque así lo reconoce ya la autoridad, que, a Tula la inundó Conagua, pero después de un año de abandono gubernamental, la gente está desanimada, frustrada y muy cansada.
RECUERDO
Tres misas se celebraron ayer para recordar a quienes murieron mientras recibían atención médica en el IMSS, dos en la Catedral de San José, y una, a la una de la tarde, frente al Hospital General de Zona del IMSS de Tula, sobre la lateral de calzada Melchor Ocampo.
En la reja del acceso principal del IMSS, se colocó una ofrenda en memoria de quienes ahí fallecieron que se fue construyendo desde la noche del lunes, cuando vecinos de la calle Leandro Valle colocaron un gran moño. Por la mañana familiares llevaron flores, veladoras, colocaron fotografías y se tomaron un tiempo para hacer oración.
En el teatro al Aire Libre se abrió el micrófono para que los ciudadanos contaran cómo lograron sobrevivir, pero pocos se animaron a hacerlo, pero ese fue ayer el tema de conversación en todos lados. Además los damnificados, sin preguntarles, de la nada se volcaban a explicarle a cualquiera, el dolor y frustración que les aqueja.