/ viernes 30 de agosto de 2024

Recuerdan con homenaje a Jesús Mora, el artista tulancinguense

Familiares, amigos y miembros de la comunidad artística de la región acudieron al primer homenaje póstumo del referente plástico de Hidalgo

Un total de 22 óleos, así como una instalación, son las piezas con las que se rinde homenaje póstumo al artista hidalguense Jesús Mora, que si bien nació en Real del Monte, gran parte de su vida así como su trayectoria artística la desempeñó en Tulancingo, municipio en el que impartió clases y en el que también inicia una interesante y nutrida gira por los museos de la entidad.

Con participación de ex alumnos, amigos, músicos y familiares, en este homenaje se recordó el ingenio, cariño y dedicación de este referente de la plástica en México, catalogado como “uno de los más grandes artistas de Hidalgo”.

Entre las personas que le dedicaron palabras esta noche estuvo su hijo, quien refirió que su legado se comprende de cerca de mil obras.

“Está cómodamente pintando su último paisaje al lado del Creador”, expresó con sentimiento.

Fallecido el pasado 7 de julio de 2024, Mora fue un espectador constante de los parajes rurales del altiplano central mexicano, en específico de los llanos y las planicies del Estado de Hidalgo que encontramos en los alrededores de Tepeapulco, Zempoala y Mineral de la Reforma, el Maestro Mora desarrolló su obra en el paisajismo, pero sin perder la mirada en otro de sus elementos favoritos: los cielos.

“De forma peculiar, sus estudios de los colores y matices, como el eterno espectador que es, nos comparte la posibilidad de fijarnos permanentemente en la profundidad de los campos, haciendo nuestro su mirar, siendo los atardeceres, los momentos predilectos para adentrarnos a su intimidad”, se lee en la ficha que explica el fragmento de su obra que desde hoy se expone en la Galería Ábside, en el centro de Tulancingo.

Ese legado se muestra en esta galería, en la que encontramos paisajes que inmortalizó del Cerro de Xihuingo, la barranca de Alcholoya, incluso de los rojizos techos de las calles mineras de Real del Monte. Además, se exhibe una instalación en la que reluce la última pieza que pintó así como su estación de trabajo, misma que se conserva intacta, como la dejó, tal cual lo solicitó previo a su muerte.

Hasta el 30 de septiembre, esta exhibición estará disponible en dicho recinto, para luego emprender una gira en todos los museos de Hidalgo y luego cerrar en 2025, con una galería que llegará al Cuartel del Arte en Pachuca, de la mano del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Cultura del gobierno estatal.

Un total de 22 óleos, así como una instalación, son las piezas con las que se rinde homenaje póstumo al artista hidalguense Jesús Mora, que si bien nació en Real del Monte, gran parte de su vida así como su trayectoria artística la desempeñó en Tulancingo, municipio en el que impartió clases y en el que también inicia una interesante y nutrida gira por los museos de la entidad.

Con participación de ex alumnos, amigos, músicos y familiares, en este homenaje se recordó el ingenio, cariño y dedicación de este referente de la plástica en México, catalogado como “uno de los más grandes artistas de Hidalgo”.

Entre las personas que le dedicaron palabras esta noche estuvo su hijo, quien refirió que su legado se comprende de cerca de mil obras.

“Está cómodamente pintando su último paisaje al lado del Creador”, expresó con sentimiento.

Fallecido el pasado 7 de julio de 2024, Mora fue un espectador constante de los parajes rurales del altiplano central mexicano, en específico de los llanos y las planicies del Estado de Hidalgo que encontramos en los alrededores de Tepeapulco, Zempoala y Mineral de la Reforma, el Maestro Mora desarrolló su obra en el paisajismo, pero sin perder la mirada en otro de sus elementos favoritos: los cielos.

“De forma peculiar, sus estudios de los colores y matices, como el eterno espectador que es, nos comparte la posibilidad de fijarnos permanentemente en la profundidad de los campos, haciendo nuestro su mirar, siendo los atardeceres, los momentos predilectos para adentrarnos a su intimidad”, se lee en la ficha que explica el fragmento de su obra que desde hoy se expone en la Galería Ábside, en el centro de Tulancingo.

Ese legado se muestra en esta galería, en la que encontramos paisajes que inmortalizó del Cerro de Xihuingo, la barranca de Alcholoya, incluso de los rojizos techos de las calles mineras de Real del Monte. Además, se exhibe una instalación en la que reluce la última pieza que pintó así como su estación de trabajo, misma que se conserva intacta, como la dejó, tal cual lo solicitó previo a su muerte.

Hasta el 30 de septiembre, esta exhibición estará disponible en dicho recinto, para luego emprender una gira en todos los museos de Hidalgo y luego cerrar en 2025, con una galería que llegará al Cuartel del Arte en Pachuca, de la mano del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Cultura del gobierno estatal.

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