Ante la falta de clientes, Don Carmelo Toriz ofrece a 90 pesos el kilo de su café tostado, el cual, antes de la emergencia sanitaria llegaba a comercializarlo entre los 120 y 160 pesos. Ha tenido que rematar su producto pues no le queda de otra, dice.
Lo trae de la zona otomí-tepehua. En el municipio de San Bartolo Tutotepec, sólo se les ha permitido vender artículos de primera necesidad, por lo que, al cerrarse la oportunidad de colocar entre sus clientes, lo poco que cosechó, prefiere malbaratar.
Llega a Tulancingo con la esperanza de vender su café, incluso lo hace casa por casa, pero sus ganancias se redujeron, sólo obtiene un 20 por ciento de lo que tenía antes de la pandemia.
Recogía en otros años unos 50 kilos por hectárea, pero apenas cosechó unos 20 por cada uno de sus cuatro terrenos que le quedan. Es decir, su producción fue de ochenta kilogramos, que desde finales de noviembre ha empezado a colocar y de los cuales apenas lleva unos 25: “Muy poco pues otros años para febrero ya había acabado, así que como van las cosas yo creo que se me quedarán muchos kilos de café”
“Yo iba de plaza en plaza, pero ya no es posible, así que solo me queda Tulancingo donde por cada kilo obtenido solo 20 pesos de ganancia, es decir he vendido unos 500 pesos libres, antes era lo doble o lo triple”, agrega Carmelo,
El comerciante tiene ya muchos años ofreciendo su producto con o sin azúcar, además de molido o en grano, pero hoy más que nunca, dice, vende mucho menos que en antaño: “Ya sea por la crisis o porque las plantas se llenan de roya u otras plagas es cómo la producción de su parcela también bajó”
San Bartolo Tutotepec, de donde es originario, es uno de los 8 municipios con mayor rentabilidad, de acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario en Hidalgo, SEDAGROH, tienen vocación cafetalera como: Calnali, Chapulhuacán, Tenango de Doria y Tepehuacán de Guerrero.