Propietarias de algunas peluquerías, salones de belleza y estéticas del centro de Tulancingo afirman que se incrementó la demanda de sus servicios a partir de la última quincena del mes de mayo, siendo principalmente de jóvenes por las vísperas de probables graduación y algunas novias.
“Las fechas fuertes para nosotras solo son dos: mayo y agosto, que son las graduaciones y salidas de escuelas, y en navidad y año nuevo. Desgraciadamente el año pasado estuvo muy crítica la situación y no tuvimos trabajo, pero en este y con los permisos que poco a poco nos van dando, la gente vuelve a necesitar de nuestros servicios y afortunadamente en algunas escuelas ya autorizan hacer graduaciones”, dijo Claudia Lemus, dueña de una estética-barbería del centro de la ciudad.
Algunas de las mujeres, dueñas de estos establecimientos, aseguran que por ser un sector muy solicitado y que ha tomado mucha fuerza, la competencia crece a pasos agigantados, y ya es más común de lo normal, encontrar unos 9 0 10 salones de belleza por colonia.
Luisa Baños, cofundadora de barbería y peluquería para hombres, dice que “en este sector todas y todos nos conocemos, y en algunos casos o los que llevamos más tiempo trabajando, hemos acordado mantener un mismo rango de precios para los servicios, con la intención de no perjudicarnos entre nosotros, pero no todos lo respetan”.
Informan que algunos salones de belleza tuvieron que cerrar temporalmente el año pasado a causa de las bajas ventas, pero estos seis meses del 2021, han notado una mejoría bastante notoria, lamentan que algunas de sus clientas de años, hayan perdido la vida a causa del Covid-19, y también, algunas y algunos colegas del sector, pero que, afortunadamente público nuevo y joven comienzan a ser sus clientas más frecuentes.
“Tengo clientas que regresaron después de un año de no salir, de no cortarse o pintarse el cabello, tanto ellas como yo nos arriesgamos a salir, pero en realidad ya es cosa más de salud mental, uno ya no puede estar encerrada, bueno, eso digo yo”, expresó Grisselda Navarro, dueña de salón de belleza y uñas del centro de la ciudad.
Dicen que la modalidad de trabajo ha cambiado un poco para ellas, pues ahora les piden el servicio a domicilio, situación que, aseguran, les dificulta su labor por hacerlo fuera de su área de trabajo, pero no les queda de otra.
“Ojalá que no nos vuelvan a cerrar en diciembre por el rebrote Covid-19”, manifestó Diana Alonso, empleada de Claudia Lemus.