Requiere Tulancingo ordenamiento, no nueva Central de Autobuses: transportistas y operadores

La zona de la Central de Autobuses de Tulancingo y el tramo de la carretera México-Tuxpan donde se ubica, se ha convertido en un punto importante para la llegada de diferentes rutas del transporte público convencional, así como federal; por lo que urge una reorganización para evitar un caos que, en ocasiones, ya se empieza a sentir.

Así lo refirieron transportistas y operadores, quienes reconocieron que son más de 20 líneas del transporte público local y federal, que confluyen en esa zona.

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Las Paradas de Cortesía

“Hace algunos años la central de autobuses era un punto importantísimo para la llegada y salida de gente de Tulancingo, por consiguiente el transporte convencional era importante también. Actualmente, ha perdido esa importancia por todos los puntos que ellos (transporte federal) le llaman paradas de cortesía, como la del crucero de Huapalcalco, de Acatlán o La Preferida”.

Así lo señaló Apolinar Ávila González, presidente de la Confederación de Transportistas Metropolitanos de Tulancingo, la cual cuenta con más de 300 agremiados de distintas rutas de este municipio, como a Jaltepec, Medias Tierras, La Morena, Huapalcalco, entre otras.

“Hay que ordenar, hay muchas líneas que se han salido de la central o ni siquiera han entrado; como la Tizayuca, ODT, Conexión, por mencionar algunas. Tizayuca, por ejemplo, tiene su base fuera de la central, porque el reglamento de Comunicaciones y Transporte así lo permite”, aseguró.

Dicho reglamento, explicó el líder transportista, manifiesta que cualquiera puede solicitar una concesión de transporte público federal, siempre y cuando cumpla con tener el vehículo adecuado y contar con una base o paradero de origen-destino, es decir, una especie de central pequeña, que tenga baños y servicios, donde quepan las unidades y donde pueda esperar la gente. Por tanto, no son obligados a ingresar a una central de autobuses.

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Aunado a ello, el usuario también ha influido ya que prefiere subir al transporte federal en los llamados paraderos, que llegar hasta la propia Central de Autobuses.

Los Paraderos versus la Central

“Han cambiado las condiciones de movilidad por lo que la gente quiere. La gente busca ahorro, tanto en tiempo como en dinero, y si a ella le ofrecen un paradero más cercano a su lugar de origen o de destino, pues lo va a tomar”.

Anteriormente, el pasajero era obligado a ir hasta la central, pero ahora, se ha modificado esa parte de la modalidad, “si hay alguien que va para la zona de Huapalcalco o Napateco, o el centro de Tulancingo tomando Juárez, por supuesto que le convienen más tomarlo ahí que llegar hasta la central”.

Se ahorra tiempo y pasan una gran cantidad de líneas del transporte público, las cuales también han aumentado con el paso del tiempo.

“Al principio existía solo la que conocemos como Tutac que le daba servicio hacia el centro y algunos taxis, pero ahora hay más rutas que parten de ahí y llegan a varios destinos como Cuautepec, La Esperanza, Santiago, entre otros”.

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También existen las llamadas “rutas de paso”, es decir, aquellas viajan de la Ciudad de México o de Pachuca, o de otros puntos del país, hacia otros estados como Tamaulipas, Puebla y Veracruz, pero tienen como paso la ciudad de Tulancingo.

Otras de las exclusividades que tenía la central de autobuses era la información sobre los horarios de salida hacia distintos puntos del país, sin embargo, esa información ya la encuentra también el usuario en las paradas de cortesía.

“Antes, por ejemplo, esperábamos en la central el autobús de Tampico pero que iba a la Ciudad de México, y ahora también los puedes esperar en la parada de cortesía, es más cómodo y ya no es necesario trasladarse si sabemos el horario y los puntos por donde van a pasar”.

Ávila Gonzáles refirió que es necesario hacer un estudio para buscar un lugar adecuado, donde puedan confluir todas las rutas que vienen fuera. Por ejemplo, la que viene de la sierra Otomí-Tepehua tiene ahí mismo la base frente a la central, Tizayuca lo tiene pasando la carretera.

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“Se tendrían que hacer varias encuestas con los usuarios, para saber qué prefieren y qué requieren, adecuarnos a sus necesidades, ya no de lo que nosotros queramos hacer o que nos convenga como transportistas”.

Antes de pensar en una reubicación de la central, aseguró, se debería hablar con las líneas, para volver a darle vida a la terminal, en lugar de que haya pequeñas bases o paraderos en otros lados, concentrarlas y tratar de dar uso a las instalaciones que existen, y ver si dar resultado antes de hacer una inversión.

Refirió además, que el transportista busca un ahorro. “La central de autobuses al final es un negocio, entonces si al transportista o al concesionario le conviene más rentar y hacer una base fuera, pues se van”.

En este sentido, hay líneas como la Tizayuca, que prefiere invertir en contar con su propia base o paradero, lo cual seguramente vieron que era más rentable.

Existen días en los que ya es complicado transitar por esa zona, del bulevar Emiliano Zapata, correspondiente a la carretera México-Tuxpan, “el problema ya lo tenemos, pero en algún momento se va a hacer crisis, confluyen muchas rutas de transporte convencional, de pasajeros; pasar otras tantas de transporte federal, de manera tal que, aunado a la existencia de la plaza del vestido y muchos comercios de mayoreo en esa zona, se vuelve complicado”.

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Gente de otros municipios de la sierra Otomí-Tepehua como San Bartolo, Huehuetla, Tenango de Doria, Acaxochitlán, también llegan y hacen ascenso y descenso en esta zona.

El transporte de carga

Otro de los factores que complican la situación, es que sigue pasando el transporte pesado, desde la llamada Bajada de San José, lo cual aumenta la carga vehicular y complica más el transitar por esa zona.

“Si hablamos de libramiento, ya existe el tramo Pitula-San Alejo, que en teoría fue hecho para eso, para evitar el paso por Tulancingo, pero Tulancingo es un lugar eminentemente comercial y además de mantenimiento de camiones y tráileres, entonces será difícil sacarlos, porque ellos pasan a arreglar sus unidades, su mercancía o a proveerse de mercancía.

Como es bien sabido, se han cobrado muchas vidas donde el transporte pesado se ha visto involucrado, han dado problemas materiales; “para la gente es un gran riesgo, pero también para la gente apostada a las orillas, el día que les quiten los tráileres sus negocios van a bajar, hay que pensarlo muy bien y en Tulancingo no contamos con muchas empresas.

“Vivimos de comercio y turismo, empresas son pocas, hay muchas y de servicios, pero productivas son pocas. Si en algún momento evitáramos esa parte de San José, tendrá sus repercusiones económicas”, concluyó.

Actualmente, permanece en la Central de Autobuses de Tulancingo, las líneas reconocidas a nivel nacional y que a diario viajan a diversos puntos del país, tales como ADO, Futura, entre otros.

No obstante, el desuso del espacio ha propiciado que, por ejemplo, los días jueves, parte de esta central sea utilizada como estacionamiento público, para los automovilistas que acuden a la Plaza del Vestido.